Tomados de la mano de hijos y nietos, con doble mascarilla, protectores faciales y en algunos casos hasta con overoles de bioseguridad, adultos mayores acudieron a su cita de vacunación anticovid en dos puntos en el norte de Quito, este sábado 08 de mayo del 2021. Lo hicieron mientras rige el toque de queda en el tercer fin de semana para 16 provincias del país.
Desde las 08:00, los adultos mayores se formaron en el exterior del punto de vacunación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en la Naciones Unidas y Veracruz.
Sonia de Torres, de 77 años, llegó con su hijo Guillermo, quien cubría a su madre del sol con una sombrilla y le ayudaba a avanzar en la fila.
Su turno era a las 09:00, pero llegaron a las 07:30, dicen, para evitar encontrarse con una larga fila. Según comentó el hijo de la adulta mayor, este sábado se nota mayor fluidez que durante el jueves, cuando llevó a vacunar a su padre.
Al igual que Sonia, otros adultos mayores permanecían en la fila sentados en bancos que muchos llevaron de sus casas para soportar la espera. Para quienes no tenían uno, comerciantes informales ofrecieron este y otros implementos como paraguas y mascarillas.
En los últimos días la venta de estos implementos ha disminuido, contó el vendedor Fausto Yépez. Cree que la ciudadanía acude más preparada, tras la experiencia de los primeros días de vacunación, en los que se debía esperar durante muchas horas del día.
Pasadas las 11:00 se registró un inconveniente por las ventas. Miguel Molina acudió a acompañar a su tía y fue testigo de una pelea entre agentes metropolitanos y vendedores ambulantes. El ciudadano considera que se debería dejar trabajar a estas personas, ya que es su única forma de obtener ingresos para sus familias.
En la entrada del vacunatorio, algunos familiares reclamaban por mayor celeridad en la atención, ya que sus adultos mayores habían sido convocados a las 08:00, pero cerca de las 09:00 las vacunas no llegaban a ese punto. Esto lo explicó el personal logístico a las personas que reclamaban en la puerta.
Frente a la demora, los convocados al primer turno, de las 08:00, fueron llevados cerca del ingreso para acelerar el proceso una vez que las dosis arriben a ese punto. Mientras tanto, al interior, se arrancó con la toma de signos vitales a personas con enfermedades y con discapacidad.
Recién operada de la cadera, Margoth Mosquera esperaba en su silla de ruedas, bajo una carpa de este centro del IESS, junto a su hijo Pedro. “La vacuna ya es un peso menos, estoy contenta porque recibiré la primera dosis”, dijo la mujer de 73 años.
Este punto de vacunación del IESS duplicó su capacidad para aplicar 2 000 dosis diarias de vacunas contra el covid-19, señaló Julio López, director del Seguro General de Salud del IESS.
Este sábado se cumple el séptimo día de vacunación por parte del Seguro Social. López señaló que a partir del cuarto día se registraron inconvenientes por la llegada masiva de personas que no se enteraron de su cita durante los primeros días. También acudieron pensionistas y jubilados con turnos para días posteriores, manifestó.
Por ello se realizaron cambios en la logística. Por ejemplo, se duplicó el número de brigadas de vacunación y en este punto actualmente operan 20.
A escala nacional, hasta el viernes el IESS ha vacunado a alrededor de 13 000 personas, en 24 puntos de todo el país. Hasta el 24 de mayo se prevé vacunar a 130 000 jubilados y pensionistas con la primera dosis del biológico contra covid-19.
Otro punto de vacunación -del Ministerio de Salud Pública- en el norte de Quito, es el Centro de Exposiciones. Hasta ahí llegó Marcia Granja, de 83 años, en compañía de su hija, para su cita asignada a las 09:45.
Llegaron media hora antes y vieron fluir la fila con rapidez, aseguran. La adulta mayor contó que se siente nerviosa y a la vez aliviada por la protección que recibirá, tras esperar cerca de un mes, desde que sus hijos le ayudaron a agendar la cita a través de Internet.
Los adultos mayores ingresaron en compañía de sus familiares para la toma de los signos vitales y luego fueron guiados hacia los puntos de vacunación.
En uno de ellos, Blanca Chávez recibió la primera dosis de la vacuna. Enseguida fue guiada hacia la zona de posvacunación, en donde las personas vacunadas esperan durante unos minutos para observar posibles eventos adversos inmediatos.
Mientras espera, Blanca asegura que se siente más tranquila, tras un año de permanecer encerrada en su casa. Su hija Ileana Ortega señala que era el respiro que toda la familia anhelaba para proteger a su madre de la enfermedad por coronavirus.
En este punto de vacunación, los adultos mayores permanecieron menos de una hora. Ramiro Chicaiza, por ejemplo, cumplió todo el proceso con su madre y su padre en media hora. Con lágrimas en los ojos contó que se siente feliz y más tranquilo con sus padres ya inoculados.