Una vez que la Asamblea Nacional decidiera una aprobación esperada y expedita en nueve horas de debate en el Pleno, donde se impuso la mayoría de Alianza País y sus aliados, el debate sobre el Yasuní continúa en el país.
Mientras varias fuerzas políticas, sociales y pueblos indígenas resuelven el proceso de recolección de firmas para ir a una consulta popular después de un trabado inicio, otros sectores de la sociedad dan sus puntos de vista. EL COMERCIO consultó a dirigentes empresariales y constató que existen visiones diversas.
Así, el Comité Empresarial piensa que el Gobierno requiere recursos para la creciente demanda de gasto público. Si no se explota el Yasuní, la producción petrolera caería el 2015 (cuando se tiene previsto incorporar la producción de esos campos). Enfatiza en los estándares de cuidado a la naturaleza.
Mientras tanto, en la Cámara de Comercio de Guayaquil, se comenta que el camino de la consulta era mejor y hay preocupación por los impactos ecológicos. En Cuenca los industriales alertan por las zonas delicadas y hubiesen preferido que se buscara reservas en lugares no vulnerables. La Federación de Industrias metalúrgicas espera que se incorpore a este sector en esta nueva etapa petrolera.
Quizás el equilibrio entre el desarrollo económico con el menor impacto al ambiente y a los pueblos ancestrales sea una fórmula posible.