Un proyecto de Constitución que Egipto someterá a plebiscito otorgar aun más privilegios a las Fuerzas Armadas y consagrar su lugar como la institución más poderosa de este país de Medio Oriente, colocándolas incluso por encima del Estado.
La nueva ley fundamental, que reemplazará la Constitución redactada en 2012 durante la presidencia del islamista Mohammad Morsi, avivó el temor de que los generales egipcios estén presionando para consolidar su poder y proteger sus intereses económicos y políticos.
“Las competencias atribuidas al Ejército (en el proyecto de Constitución) sientan las bases de una dictadura militar”, advirtió Tharwat Badawi, profesor de derecho constitucional de la Universidad de El Cairo.
El proyecto fue redactado por un comité de 50 miembros nombrados por el Gobierno instalado por los militares, que ocupa el poder desde que el Ejército derrocó a Morsi en julio de 2013.
El borrador es visto como una mejora frente a la Constitución aprobada por la mayoría islamista de Morsi, que fue sumamente criticada por el énfasis que puso en el derecho islámico y por sus restricciones a las libertades personales. Pero los juristas manifestaron su preocupación por los artículos que socavan las funciones del régimen de gobierno representativo.
“De aprobarse, el Presidente y el parlamento electos no tendrían autoridad real sobre los militares que, en los hechos, se convertirían en un Estado en sí mismos”, advirtió Badawi.
La nueva Constitución otorga al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas la autoridad definitiva sobre la selección del Ministro de Defensa. Según Badawi, este artículo despojará al Presidente de la potestad de elegir al titular de esa Cartera, lo cual pondría a los militares por encima de toda supervisión civil efectiva. “De esta manera, los militares no serán responsables ante el Jefe de Estado, ni ante el pueblo”, destacó Badawi. “Y esto es muy peligroso”.
Los críticos dicen que las Fuerzas Armadas pisotearon los derechos humanos en reiteradas ocasiones y frustraron el cambio democrático tras el levantamiento popular que derrocó al Régimen autoritario del presidente Hosni Mubarak (1981-2011). La nueva carta fundamental podría aislar aún más a las Fuerzas Armadas de todo cambio propuesto por los activistas revolucionarios y los funcionarios electos.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos rechazan que uno de los artículos mantenga la práctica sumamente condenada de los juicios a civiles por parte de tribunales militares. Al menos 12 000 civiles fueron detenidos y juzgados sin las debidas garantías por la justicia militar en los meses posteriores al levantamiento de 2011.
Ahmed Maher, líder del Movimiento Juvenil 6 d e Abril, denunció el artículo del proyecto sobre los juicios militares como una “traición” por parte del comité redactor: “Quienes respaldan los juicios militares (de civiles), se olvidaron de lo que ocurrió en 2011 vendieron su conciencia”.