La responsabilidad de cuidar la salud es de cada persona y su entorno. La autoridad aplica medidas restrictivas por el bien de la salud colectiva y para limitar el número de contagios por covid-19, que crece día a día.
Más allá de las recomendaciones que hace el COE nacional para las festividades de Navidad y Año Nuevo, le corresponde a Quito cuidarse con todas las medidas posibles para evitar la expansión de la epidemia durante sus fiestas de fundación.
El Cabildo debe actuar con coherencia y de modo responsable con los habitantes de la urbe. Es verdad que la libertad de festejar y de juntarse con familiares y amigos es un bien preciado, pero cuidar la vida de los habitantes es algo todavía más importante y una responsabilidad.
Para que todos podamos volver a trabajar, a conversar, a disfrutar y a vivir en plenitud mañana, hay que hacer sacrificios hoy en Quito. Y remarcamos, en Quito, donde se experimentan esos datos de contagios preocupantes que pueden saturar hospitales y unidades de cuidados intensivos con rapidez y en detrimento de la salud, o con el terrible costo ya experimentado en todos estos meses en vidas humanas.
En Quito se deben seguir ejemplos cercanos. Guayaquil festejó sus fiestas octubrinas con distancia social. Allá se celebraba el bicentenario de la Independencia, pero los eventos multitudinarios fueron suprimidos. En Cuenca y Ambato pasó lo mismo, e igual en otras ciudades cuyas fechas cívicas se cumplieron en estas semanas. Un pequeño esfuerzo en la limitación del festejo puede salvar a los parientes vulnerables y a los amigos a los que tanto cariño se profesa.
Es mejor mandar un Viva Quito por teléfono o por los numerosos medios digitales, que dar un abrazo o dedicarse a un festejo que puede ser el último y pagarse con la vida.
La mayoría de eventos será virtual, y eso es lógico. Los presenciales -oficiales y privados- serán mínimos y deberán cumplir con todas las normas. El coronavirus nos cambió la vida. Son los tiempos que vive la humanidad incluso en un mes de celebración como diciembre.