La fuerzas de seguridad disiparon las manifestaciones con balas reales y pelotas de goma, menciona una fuente que pidió anonimato. Foto:EFE
Al menos dos personas perdieron la vida este jueves 7 de noviembre del 2019 cuando las fuerzas de seguridad iraquÃes dispersaron a los manifestantes en una céntrica zona de la capital, Bagdad, empleando pelotas de goma y fuego real, en el marco de la ola de protestas que ha causado un centenar de muertos en las últimas dos semanas.
Una fuente de seguridad iraquà que pidió el anonimato dijo a que al menos dos personas murieron, y más de 15 resultaron heridas y sufrieron asfixia por la inhalación de gases lacrimógenos durante los choques con los agentes.
Las fuerzas de seguridad -añadió la fuente- dispararon a los manifestantes con “balas reales y pelotas de goma“, además de emplear gases lacrimógenos y mangueras de agua para que no avanzaran por el puente de Al Shuhadá y la calle Al Rashid, donde se encuentra la sede del Banco Central de Irak.
El puente es uno de los varios que atraviesa el rÃo Tigris y que da acceso a la fortificada zona verde, donde se encuentran los Ministerios y las Embajadas extranjeras, además del Parlamento y otras instituciones.
La fuente señaló que las fuerzas de seguridad iraquÃes están recibiendo refuerzos en los alrededores de la plaza Tahrir, epicentro de las protestas en la capital, donde grupos de manifestantes permanecen acampados desde el 25 de octubre.
Ese dÃa estalló la actual ola de protestas, la segunda que sacude Irak desde principios del mes pasado, y en las manifestaciones han muerto más de 250 personas y miles han resultado heridas.
Tanto la pública e independiente Comisión de Derechos Humanos iraquà como la misión de la ONU en este paÃs han asegurado que las fuerzas de seguridad están haciendo un uso excesivo de la fuerza y disparando a los manifestantes, decenas de los cuales han muerto por herida de bala.
En el origen de las protestas se encuentran el deterioro de las condiciones de vida y de la economÃa del paÃs, la falta de oportunidades de trabajo y de servicios públicos eficientes, todos ellos problemas que los ciudadanos achacan a años de mala gestión y a la corrupción de los dirigentes.