A diez días de posesión de las nuevas autoridades municipales, hay una serie de anuncios y expectativas.
Es verdad que profundizar en la complejidad de las actividades del Cabildo no es fácil y que acondicionar el trabajo requiere tiempo, pero esa misma constatación merece menos anuncios poco trascendentes.
Veamos algunos aspectos. La importancia de repavimentar la ciudad es innegable. Pero cabe tomar conciencia de que los 17 000 kilómetros de calles y avenidas no se renuevan sino en largo tiempo. Antes del anuncio es necesario contar con el financiamiento para la millonaria obra.
Sin tener claro el tiempo y la magnitud de la obra, informar sobre la restricción vehicular por placas todo el día parece un anuncio poco sustentado.
Los habitantes de Quito deben tener claro el objetivo y la dimensión de una restricción que les impida transportarse sin limitaciones.
Frente a los ingentes gastos y la gigante burocracia municipal, el anuncio de ciertos ahorros pequeños en gasolina y teléfonos celulares es motivador, pero no arregla los temas de fondo. Frente a los millonarios gastos corrientes, esta medida aparece como un simple golpe de efecto.
El Alcalde resolvió ir a trabajar con su perro y anunció que los empleados municipales también pueden hacerlo. Mal manejada, la decisión puede acarrear problemas de higiene y salud en las oficinas municipales y los funcionarios, a más de atender su trabajo, deberán ocuparse de sus mascotas. Y si a los usuarios se les ocurre ir con perros, gatos o aves de corral, ¿quién podría regular su ingreso y asegurar que los dueños hagan en las instalaciones municipales lo que no hacen en los espacios públicos: limpiar los excrementos?
De todos los anuncios, empero, hay uno que parece importante. El inicio de la elaboración del estatuto de Distrito Metropolitano debe contemplar el diseño de la nueva ciudad frente a las grandes demandas y urgencias de veras importantes.
Entre los temas de envergadura, está también la definición del inicio de las operaciones del Metro y la solución global al transporte público.