En Quito, por cada 22 personas hay un perro abandonado. A esta conclusión llegó un censo ciudadano de perros abandonados realizado por docentes, investigadores y estudiantes del Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales (Cociba) de la Universidad San Francisco de Quito, en colaboración con otras entidades.
Esto significa un aumento considerable, pues estudios anteriores cuyos resultados fueron obtenidos en 2013, mostraban que la capital tenía un perro callejero por cada 49 habitantes. Para esta nueva investigación, se tomaron en cuenta 16 parroquias.
Stella de la Torre, decana del Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales y directora del estudio, aseguró que el patrón de mayor número de perros abandonados, donde se pueden encontrar también jaurías, se suele dar en parroquias suburbanas o periféricas de Quito. “Por ejemplo, en Turubamba hay un montón, en Cochapamba también. En general, son zonas que están en la periferia del casco urbano. Esos son los dos sitios donde más perros detectamos”.
Fuente: InCCAM-USFQ
“En zonas como El Condado hay bastantes perros”, comenta de la Torre. “Pero es clarísimo que son perros de casa, solo que les hacen dormir afuera”. La profesora universitaria asegura que, aunque sean perros con dueño, estos también son parte del problema porque hurgan en la basura o tienen conflictos al relacionarse con la gente y con otros animales.
En los barrios en los que se encuentran perros sueltos, se registra mayor número de mordeduras según datos del Ministerio de Salud Pública. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Karina Pisco, de Urbanimal, la entidad del Municipio de Quito encargada de la fauna urbana, coincide con la docente universitaria. La representante de la entidad municipal explica que en los barrios periurbanos hay perros que les abren la puerta en la mañana, el animal deambula, come de las fundas de basura, defecan, orinan y en las noches regresa a cuidar la casa. Es una problemática grave porque se evidencia que en estos sectores son donde más mordeduras de perros se producen, según datos del Ministerio de Salud y la entidad de control municipal.
En la Ordenanza 048 del Municipio de Quito se establece al ataque de un can como una falta muy grave y el dueño del animal es sancionado con una multa de 10 Remuneraciones Básicas Unificadas (actualmente, USD 3 860).
Para Pisco, la educación sobre tenencia responsable de mascotas juega un rol fundamental en la problemática. “Es imposible controlar el tema del abandono, la parte en la que Urbanimal trabaja duro es la de educación, concientización y sensibilización hacia los derechos de los animales”.
Según Urbanimal existen más perros en las calles, pero estos animales tienen propietario y se realizan controles para evitar que los dueños dejen vagar a sus mascotas. Foto: Archivo/EL COMERCIO
De la Torre, por su parte, estima que la mayoría de perros que se reproducen, y que terminan esparciendo crías abandonadas por los barrios, son animales de casa. “Las perras que ya viven en condición de calle, las que no tienen una fuente de comida segura, por lo general pierden a sus cachorros”. Ella explica que la preñez en mamíferos demanda mucha energía y estas son perras que en muchos casos no llevan a cabo exitosamente su parto.
“Lo que nosotros queremos hacer con estos datos es iniciar un proceso de sensibilización y participación de la ciudadanía. Queremos sacar un plan de acción que incorpore las ideas de toda la gente que quiere solucionar este problema y donde se establezcan compromisos más objetivos de lo que se tiene que hacer y dónde”, asegura la zoóloga.
El Municipio impone sanciones a quienes abandonan animales de compañía, el control de estos actos los maneja la Agencia Metropolitana de Control y son considerados como una acción grave. Pero es difícil comprobar que un perro fue abandonado porque la gente lo hace de la manera “más socapada posible”, asegura la funcionaria de Urbanimal.
“En los barrios periurbanos, donde hemos encontrado más esta problemática, la gente tiene a sus perros y paren y paren; cuando nacen los cachorros los matan, los ahogan, los meten en fundas ¿No sería más fácil esterilizar a tus animales y evitar que estos perritos nazcan? Porque no es un tema que lo van a hacer una sola vez, sino dos veces al año o cada vez que la perrita para”, comenta Pisco.
Urbanimal aconseja a las personas a esterilizar para reducir el número de animales que vive en la calle, así como terminar con el abandono de las mascotas. Foto: Archivo/EL COMERCIO
La académica Stella de la Torre explica que la metodología que se usó incluyó censos de captura y recaptura con fotografías, para lo cual fue “desarrollamos una encuesta en una aplicación para celular gratuita de un programa de análisis espacial. Te permite crear fichas de información para cada perro que ves. Toda esa información, incluyendo una foto del animal, inmediatamente se georreferencia y una vez que mandas la ficha, viene a un servidor acá en la universidad y nos deja ver dónde están los perros en Quito”.
Este modelo de captura y recaptura es utilizado con frecuencia en lo que se denomina ecología de poblaciones. “Permite estimar el tamaño de la población en función de la proporción de perros recapturados (los que les vuelves a ver en el segundo día y les tomas una segunda foto) en relación con el total de perros observados.
“Adicionalmente, realizamos censos para estimar el número de perros por kilómetro recorrido, con esta información identificamos a las parroquias donde la abundancia de perros es mayor, en las que debemos concentrar acciones de control y manejo”, asegura de la Torre.
En el estudio participaron otras instituciones estatales como la Secretaría de Salud del Municipio, Urbanimal, la Policía Nacional y la Metropolitana, y también ONG’s como Protección Animal Ecuador (PAE).