Noa es una cachorra mestiza de ocho meses que fue atropellada. Necesita ayuda para pagar una cirugía que le ayude a recuperarse. Foto: Cortesía Patitas Callejeras
La historia de Noa es la de cientos de perros que viven en las calles de Quito. Esta cachorra fue atropellada el pasado 5 de septiembre de 2018 en el sector Colinas del Norte. Un auto la golpeó y ella quedó a un lado de la vía. Pero el conductor no se detuvo a ayudarla.
Dos jóvenes fueron testigos de lo ocurrido y no dudaron en auxiliarla. La organización Patitas Callejeras decidió hacerse cargo del caso y Noa fue trasladada a la Clínica Veterinaria Siberian, en el norte de Quito. “Tuvieron que suturar una gran herida que estaba causando un grave sangrado y que la hizo entrar en shock“, contó la organización en su blog.
Los veterinarios lograron estabilizarla, pero la cachorra todavía tiene un largo camino para su recuperación. Las radiografías mostraron que tiene tres lesiones provocadas por el atropellamiento. Tiene fracturas y luxaciones que deben ser corregidas con una cirugía lo antes posible. Pero la operación tiene un costo de USD 400, un valor que la organización no está en posibilidades de cubrir.
Para lograr salvar a la cachorra han pedido ayuda a sus seguidores. Esperan recaudar el valor total de la operación hasta el 11 de septiembre de 2018, fecha en la que debe entrar al quirófano.
La historia de Noa es un caso que se repite a diario. Las organizaciones de protección animal reciben decenas de pedidos de ayuda todos los días para rescatar mascotas que han sido atropelladas en las vías.
Los rescatistas esperan que la historia de Noa sirva para sensibilizar a la ciudadanía sobre la tenencia responsable de animales de compañía. “No están en la calle porque quieren, sino porque algún irresponsable los abandona”, escribió la fundadora de Patitas Callejeras en un comunicado.