Los rescatistas descansan, preparan los tanques de aire comprimido y evalúan la situación en la cueva para retomar el rescate del último grupo de personas que aún se mantiene dentro de la cueva de Tailandia. Foto: EFE
Lo que debía ser un paseo de celebración de un cumpleaños se transformó en uno de los casos que mantiene en vilo al mundo. 12 niños y su entrenador, integrantes del equipo de fútbol infantil, los Jabalíes salvajes, se reunieron el pasado sábado 23 de junio del 2018 y emprendieron una excursión que terminó por poner en riesgo sus vidas.
Las trece personas se dieron cita en la gruta de Tham Luang, la cuarta más grande de Tailandia y atractiva para los turistas. El grupo practicó fútbol y luego fueron invitados por su entrenador, Ekapol Chantawong, a celebrar el cumpleaños de ‘Night’, uno de los menores del cuadro infantil, con una excursión en la famosa cueva.
La cueva de Tham Luang mide más de 10 kilómetros de extensión y está ubicada al norte de Tailandia, cerca a la frontera con Myanmar y Lagos. El equipo ingresó para pasear en su interior, pero sus planes salieron mal.
Los 12 niños, de entre 11 y 16 años, y su entrenador atravesaban la gruta, cuando una fuerte tormenta inundó la cavidad y bloqueó la salida. El sitio,
que generalmente es una zona seca o con aguas poco profundas, se ha tornado oscuro, húmedo y peligroso.
El grupo fue encontrado tras nueve días de intensa búsqueda en la que participaron más de 1 300 personas. “Encontramos a los 13 sanos y salvos“, anunció Narongsak Osottanakorn, gobernador de la provincia de Chiang Rai, entre los gritos de entusiasmo de los socorristas y los periodistas.
Desde ese lugar en las entrañas de la tierra, los equipos de buzos sacaron este lunes 9 de julio del 2018 otros cuatro niños, el mismo número que el día anterior, domingo, de la cueva del norte de Tailandia. En la gruta continúan aún atrapados cuatro menores y su entrenador.
Los tanques de aire comprimido son preparados y trasladados a la grieta en Tailandia, para usarlos en la operación de rescate de un grupo de 12 niños y su entrenador que quedaron atrapados en una cueva desde el pasado 23 de junio. Foto: EFE
Narongsak Ossottanakorn dijo este lunes que los ocho están ingresados con buenas condiciones de salud en el hospital de Chiang Rai, la capital de la provincia homónima.
El de hoy fue el segundo operativo de rescate. Las operaciones quedaron interrumpidas tras nueve horas para descansar y preparar la tercera misión, que podría iniciarse mañana martes 10 de julio del 2018, con el objetivo de sacar al resto. “Algunos de los trabajadores necesitan descansar, mientras otros se encargarán de preparar la siguiente jornada”, indicó Narongsak.
Al igual que el domingo, los rescatados de este lunes salieron de manera escalonada; el primero abandonó la gruta cerca de las 16:45 hora local (09:45 GMT) y el último salió sobre las 19:00 hora local (12:00 GMT).
Tras la evacuación, fueron llevados en helicóptero al centro sanitario donde se encuentran internados los cuatro compañeros rescatados la víspera.
El operativo de rescate
El contingente internacional de rescatistas empezó las nuevas operaciones a las 11:00 hora local (04.00 GMT), después de una parón de 14 horas para preparar los tanques de aire comprimido y evaluar la situación con los datos recabados en la incursión del domingo.
Los buzos, junto a las personas atrapadas a unos cuatro kilómetros de la entrada, tienen que superar un laberinto de galerías parcialmente inundadas y con desniveles y visibilidad nula.
Los niños, muchos de los cuales no saben nadar, comenzaron a tomar sus primeras lecciones a comienzos de mes.
La cueva de Tham Luang se encuentra dentro de las montañas de la provincia de Chiang Rai, en Tailandia. El lugar, que generalmente es una zona seca o con aguas poco profundas, se ha tornado en una gruta oscura, húmeda y peligrosa. Foto: EFE
Cada uno de ellos va acompañado de dos profesionales, uno delante y otro detrás, que llevan la bombona de aire que le permite respirar.
El grupo sigue una guía tendida, pero una parte importante del trayecto es bajo el agua, y se toman un descanso en el campamento B, situado a unos 2,5 kilómetros de la entrada.
Los chicos rescatados el domingo aún no han podido tener contacto directo con sus familiares, quienes han tenido que verlos a través de un cristal para prevenir que les pudieran contagiar alguna enfermedad debido al débil sistema inmunológico de los menores, según Narongsak.
Los compañeros de escuela de los atrapados les mandaron ánimos hoy lunes, durante un acto con los medios, y expresaron su deseo de poder jugar un partido de fútbol pronto, cuando sean rescatados.
Pansaa, de 16 años, le pidió a su amigo Night que se de “prisa” para abandonar la cueva, ya que tienen “muchas cosas que hacer juntos”. “¡Te necesitamos!”, dijo.
El director del colegio, Keenet Pontsuwan, pidió evitar culpar al entrenador de fútbol de los menores, quien los llevó de excursión a la cueva. “Las noticias son buenas, permanecemos optimistas de ver pronto al grupo en el campo de fútbol. Ahora mismo (dentro de la cueva) están disputando el partido de sus vidas”, declara a Suwicha Jitbarn, profesor de uno de los menores atrapados.
La llegada el sábado pasado, 7 de julio del 2018 de un temporal de lluvias a la región y que permanecerá durante gran parte de la semana marcó el inicio de la operación de rescate.
Las precipitaciones son una de las principales preocupaciones de las autoridades, debido a que el agua filtrada por el monte puede volver a inundar las galerías y anular el drenaje efectuado desde que fueron hallados con vida los 12 escolares, de entre 11 y 16 años, y su tutor, de 26.
Narongsak insistió en alertar del problema que suponen las lluvias, pero dijo que un equipo de militares se encuentra en el monte con la tarea de bloquear la entrada de agua hacia los túneles subterráneos.