Personal médico accede a una zona restringida durante los preparativos para transportar a los niños rescatados al hospital en los alrededores de la cueva Tham Luang en el parque Khun Nam Nang, provincia de Chiang Rai (Tailandia) ayer, 8 de julio de 2018. EFE
A los cuatro chicos rescatados el domingo (8 de julio del 2018) de una cueva en Tailandia se les suministraron tranquilizantes antes de iniciar el operativo, explicó uno de los buzos que participó en la misión.
“Los chicos estaban bajo el efecto de tranquilizantes, para evitar que entrasen en pánico”, dijo el buzo danés Ivan Kardzic a una radio danesa. “No estaban totalmente aturdidos, pero no reaccionaban con normalidad”, añadió.
Karadzic participó en el operativo del domingo, ayudando a medio camino a cambiar las bombonas de oxígeno. “Nos habíamos imaginado todo tipo de posibles escenarios catastróficos: equipamiento que se estropea, niños que caen presas del pánico, se ahogan y a los que hay que reanimar”, explicó a la agencia de noticias Ritzau.
“Estábamos preparados, pero no paso nada. Todos estaban en sus puestos e hicieron justo lo que debían hacer”, añadió.
Los chicos “parecían algo atemorizados, pero no entraron en pánico. Sonrieron y dijeron gracias”, explicó el buzo. Los jóvenes usaron trajes de buceo y máscaras de oxígeno.
En la cueva siguen atrapados otros ocho chicos del equipo de fútbol juvenil -de entre 11 y 16 años- y su entrenador, de 25 años. A las 110:00 hora local (04:00 GMT) se reanudó el rescate, que se prolongará durante varias horas.