El factor humano es causa de accidentes. La mayoría de atropellados son niños y jóvenes. Los conductores que chocan también son del rango etario juvenil.
Factores como la imprudencia y la impericia están entre las causas de accidentes. Uno de ellos es el elemento de distracción. Los problemas, el cansancio y el poner atención a llamadas de teléfonos celulares o mensajes de texto son factores preocupantes. Varios conductores, y no solamente jóvenes sino incluso choferes profesionales, hablan sin rubor, ponen en peligro a los pasajeros y pueden chocar a otros.
En la cifra de arrollados registrada por este Diario se advierte que la mayor cantidad de víctimas son niños y jóvenes de entre seis y 25 años.
Muchos de los atropellados están pendientes del celular y pierden la vida.
Además los peatones cruzan sin mirar o hacen caso omiso de los pasos ‘cebra’ y ponen su vida en riesgo.
Otro tema preocupante es el uso de audífonos. Los transeúntes no oyen las señales de aviso y corren peligro.
Pero si de conductores y peatones se habla, no se debe soslayar a los ciclistas. Ellos merecen ser respetados, pero así mismo deben respetar a las personas que caminan, tampoco deben irrespetar las normas de tránsito y pedalear por los sitios asignados sin su audición anulada por la música.
La convivencia es un ejercicio de ceder y entender las razones de los otros. Cuidarse y respetar las normas puede salvar vidas y evitar mucho dolor.