El uso adecuado de la tecnología en niños y adolescentes es una tarea compartida entre padres e hijos. Foto: Pexels.
La época de vacaciones puede dejar mucho tiempo libre en manos de los niños, por lo que puede resultar una tentación fácil dejarlos a merced del uso de tecnología. Lo cual en sí no es malo, pero el exceso puede no ser adecuado para un menor.
La tecnología puede ser un buen lugar para compartir momentos en familia, pero si se utiliza mal o en exceso, puede desplazar actividades importantes que también ayudan al establecimiento de valores en la familia.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) de Estados Unidos propone algunos consejos que pueden ser de utilidad al momento de utilizar la tecnología en el hogar.
Planifique sus actividades
Crear un plan de consumo mediático en el hogar. Un buen plan puede combinar actividades tecnológicas con actividades al aire libre durante el día. El sitio web Healthy Children ofrece una plantilla para crear un plan para la casa.
Entornos virtuales y entornos reales por igual
Los entornos ‘online’ y las redes sociales deben ser consideradas como ambientes cotidianos por igual. Así como en la vida diaria los padres deben conocer a los amigos de sus niños, lo mismo debe ocurrir en espacios como Facebook, Twitter o más.
Facebook, por ejemplo, tiene un sitio web dentro de la Red Social en el que hay diferentes herramientas para padres y educadores.
Lo mismo se aplica a los lugares que sus hijos visitan; así como usted puede acompañar a sus hijos a un parque y conocer el terreno donde pisan, los mismo se debe aplicar para los lugares que niños y jóvenes pueden visitar mientras navegan por Internet.
Establezca límites
Parte del plan de utilización de los medios tecnológicos en el hogar es el establecimiento de límites para el uso de la tecnología. Los límites del uso de la tecnología pueden variar de acuerdo a las edades. El exceso de su uso puede traer problemas como falta de horas de sueño, ralentización en el aprendizaje de habilidades sociales, problemas de comportamiento o incluso obesidad.
Se recomienda por ejemplo que niños de hasta 24 meses no tengan acceso a medios tecnológicos, con la excepción de eventuales videochats, cuando estos sean absolutamente necesarios para suplir la ausencia momentánea de alguno de los padres.
La AAP también recomienda limitar el uso de tecnología en niños de 2 a 5 años a máximo una hora de pantalla al día, y establecer el contenido adecuado para ese rango de edad, con temáticas no violentas y de ser posible, incluso interactivas.
En el caso de los adolescentes, las redes sociales se han convertido en parte de sus formas de socialización, por lo que está bien que tengan tiempo ‘online’ para ellos y sus amigos. No obstante, es su tarea como padre la de asegurarse que sus hijos sepan comportarse adecuadamente; esto aplica a entornos tanto ‘online’ como ‘offline’.
Es recomendable conversar sobre el hecho de que lo que sea que se publica en línea puede permanecer como algo público durante mucho tiempo, por lo que es recomendable pensar antes de publicar cualquier cosa. Mantenga una línea de conversación franca, abierta y directa con ellos acerca de los beneficios y los peligros de los entornos ‘online’ y de las redes sociales.
Establezca zonas libres de tecnología
Momentos de reunión social como la hora de la comida pueden ser utilizados para promover la interacción social cara a cara, sin una interfaz tecnológica de por medio. Es recomendable, para niños menores de edad, que tengan un espacio libre de tecnología. Computadores, televisores y consolas de videojuegos deben estar en ambientes sociales como la sala del hogar.
‘Apps’ y películas adecuadas
No todas las aplicaciones de las tiendas virtuales que dicen ser educativas o interactivas lo son. Antes de descargar una aplicación y entregársela a los menores de la casa, conozca qué hace la aplicación, utilícela y decida si es algo que quiere que sus niños tengan en sus manos.
El sitio web Common Sense Media tiene varias guías y reseñas de aplicaciones, películas y más medios, y hace recomendaciones sobre qué puede ser adecuado – y que no – para los niños.
Llegue a acuerdos
Es importante que cualquier plan que se establezca, y los límites que se marquen, no sean algo impuesto por la fuerza, sino algo consensuado. Hacer que los miembros de la familia participen en la elaboración del plan ayudará en primer lugar a que se sientan parte de las decisiones que se toman en casa y les dará un sentido de compromiso con respecto a lo acordado.
Explique a sus niños acerca del por qué se establecen los límites y enséñeles a reconocer cuando un mensaje puede no ser bien intencionado. Converse con ellos y conozca de sus actividades, tanto ‘online’ como ‘offline’; pregúnteles si han hecho nuevos amigos, o qué han hecho de nuevo. Esto le puede ayudarle a identificar si sus niños han estado conversando con alguien nuevo, sea por medio de redes sociales o por otros medios.