Trump se refirió al cambio climático como “invención” y se sabe que en el mejor de los casos ignora a la ciencia y en el peor, la rechaza abiertamente. Foto: Agencia AFP
Cientos de investigadores se manifestaron a mediados de febrero en Boston contra el presidente estadounidense, Donald Trump, y por el reconocimiento de la ciencia. Este sábado 22 de abril de 2017 serán miles, puede que decenas de miles, los que salgan a las calles en Washington y en más de 500 ciudades de todo el mundo en paÃses como México, Costa Rica, Argentina, Chile y España para participar en la Marcha por la ciencia.
El 22 de abril se celebra el DÃa Internacional de la Madre Tierra para recordar, como apunta Naciones Unidas “que el planeta y sus ecosistemas nos dan la vida y el sustento”. Este año, con las manifestaciones cientÃficas convocadas, se convertirá en un enorme evento.
“La ‘Marcha por la ciencia‘ es el primer paso de un movimiento global en defensa del papel esencial que juega la ciencia en nuestra salud, nuestra seguridad, nuestra economÃa y en nuestros Gobiernos“, se lee en la web de los organizadores. “Es hora de ponerse en marcha y marcar la diferencia”, añade la convocatoria. La ciencia es “un pilar de la libertad y el bienestar de la humanidad“.
Detrás del movimiento se encuentra un grupo de cientÃficos que se formó de forma espontánea a principios de año tras la elección del presidente estadounidense, quien se muestra abiertamente crÃtico con la ciencia.
El grupo siguió creciendo y actualmente son más 50 000 personas las que se han ofrecido como voluntarias, indican los organizadores. Trump se refirió al cambio climático como “invención” y se sabe que en el mejor de los casos ignora a la ciencia y en el peor, la rechaza abiertamente.
El ejemplo a seguir para estas manifestaciones es la “Marcha de las mujeres en Washington” que movilizó a finales de enero a millones de personas en todo el mundo en favor de los derechos de las mujeres y contra Trump.
El evento principal de la “Marcha por la ciencia” también tendrá lugar en Washington y pasará junto a la Casa Blanca. Por supuesto, no solo los cientÃficos están invitados a las protestas, apuntan los organizadores.
Y tampoco hay una norma de etiqueta. “¡Sean creativos! VÃstanse como su cientÃfico favorito. Si son cientÃficos, vengan con el uniforme de trabajo, con bata, gafas protectoras o estetoscopio. O pónganse un modelo que diga: ‘Estoy preparado para movilizarme polÃticamente y enviar un mensaje sobre la necesidad de la ciencia en la polÃtica“, explican.
Sin embargo, no todos los cientÃficos apoyan esta iniciativa. Algunos creen que los motivos son demasiado liberales, demasiado de izquierda y anti Trump. La ciencia no deberÃa politizarse, opinan los crÃticos.
Otros muchos temen que si se expresan muy abiertamente, en el futuro puedan ver restringida su libertad de investigación y su financiación. “No voy a la manifestación porque en Estados Unidos se ve a la ciencia como un sector de extrema izquierda“, dijo Nathan Gardner, investigador de proteÃnas en la Universidad de Chicago, en la revista Nature.
“Creo que podrÃa politizar fácilmente a la ciencia, pues aunque la motivación oficial de la manifestación no es anti Trump, parece que los manifestantes sà lo son”, añadió.
Los organizadores, por el contrario, no creen que haya ninguna alternativa a las manifestaciones. “Ante la alarmante tendencia hacia el descrédito del consenso cientÃfico y la restricción de la investigación, debemos preguntarnos: ¿podemos permitirnos no pronunciarnos en defensa de la ciencia?”
La “Marcha por la ciencia” será solo el principio. “No tenemos previsto parar tras el 22 de abril”, dijo a The New York Times la cientÃfica Caroline Weinberg, que pertenece al comité de organización de las marchas. “Creo que serÃa un error que este movimiento y toda esa pasión se esfumaran tras el 22 de abril”.