Los jóvenes en América Latina y el Caribe enfrentan una tasa de desempleo de 14,4 por ciento, lo cual refleja una falta de oportunidades laborales que debe ser enfrentada con políticas audaces respaldadas por el diálogo social, dijo hoy la Directora Regional de la OIT, Elizabeth Tinoco, en el marco de una reunión de representantes de organizaciones empresariales en Asunción, Paraguay.
El desempleo juvenil duplica la tasa de desempleo general y triplica a la de los adultos, recordó la Directora de la OIT para América Latina y el Caribe, quien asiste a la XXII Reunión de Presidentes de Organizaciones Empresariales Iberoamericanas, convocada en Paraguay del 23 al 25 de octubre. “Este es un desafío que nos convoca a todos a la búsqueda de soluciones”, señaló a través de un comunicado de la OIT.
“Tenemos que aprovechar el inmenso potencial productivo de la generación más educada que hayamos tenido jamás, y al mismo tiempo de ofrecer oportunidades de entrar en la vía del trabajo decente a millones de personas que de otra manera se sentirán marginadas”, dijo Tinoco. “Como hemos visto en los últimos meses, la marginación conduce a la indignación, e incluso repercute sobre la gobernabilidad de los países”.
Advirtió que los problemas de inserción en el mercado de trabajo que enfrentan los jóvenes son de carácter estructural y por lo tanto se requieren medidas especialmente diseñadas para hacerles frente. Estas estrategias serán mucho más efectivas si van respaldadas por el diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores.
La tasa de desempleo juvenil de 14,4% en América Latina y el Caribe es superior a la media mundial de 12,7 por ciento, destacó el informe sobre Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil, difundido este mes por la OIT en Ginebra.
En números absolutos, esa tasa implica que aproximadamente 7 millones de jóvenes entre 15 y 24 años están desempleados en la región, es decir están buscando ocupación pero no consiguen nada.
Tinoco destacó que de acuerdo con estimaciones de la Oficina Regional, cerca de 20 millones de jóvenes en la región no estudian, ni trabajan, ni buscan empleo, “muchos de ellos marginados del mercado laboral por el desaliento que genera la falta de oportunidades”.
Recordó que además muchos de los empleos disponibles para los jóvenes son precarios, con bajos salarios, y que aproximadamente 67 por ciento no cuenta con protección social.
“La incapacidad de encontrar un empleo estable genera un sentido de frustración”, agregó. “Una generación sin esperanza de trabajo decente puede ser un problema para las familias, la economía y la sociedad en general”.
Destacó que si bien la región resistió la crisis internacional de 2009 y se ha beneficiado de la recuperación económica reciente, hay una incertidumbre al nivel global y algunos analistas hablan de la posibilidad de una segunda recesión cuyas consecuencias serían impredecibles. Recordó que si bien la tasa de desempleo urbano para la población en general ya regresó a los niveles de precrisis de 7,3%, la región aún tiene pendiente resolver problemas relacionados con la calidad de los empleos, un desafío que se ve reflejado, por ejemplo, en la persistencia de la oferta de ocupaciones generadas por la economía informal.
“Si bien el crecimiento económico es esencial para generar trabajo decente, por si solo no es suficiente, es necesario colocar la generación de más y mejores empleos como una prioridad de la gestión económica”.
La Directora Regional de la OIT agregó que “los empleadores tienen un rol estratégico y medular en el futuro desarrollo de América Latina y en generar crecimiento económico y sobre todo en hacer frente al mayor reto que es crecimiento con generación de empleo productivo y trabajo decente”.