Hasta la adoquinada Plaza de San Juan de Dios de la urbe de Camagüey, llegan cientos de visitantes internacionales cada día, dentro de la imparable oleada turística que inunda ciudades y pueblos de Cuba, activando nuevos destinos.
“El 94 por ciento de nuestros clientes son turistas internacionales y 50 por ciento de ellos, estadounidenses”, indicó a IPS el hostelero Edel Izquierdo, que inauguró en 2012 el Restaurante 1800 en esa plaza colonial, la mejor conservada de Camagüey, a 534 kilómetros al este de La Habana y en el centro de esta isla caribeña. Con 17 años de experiencia en el sector turístico estatal, Izquierdo decidió convertirse en emprendedor de la restauración, gracias a una propiedad familiar en una esquina de la soleada explanada, aunque el negocio ha estado cerrado entre octubre y este mes, por un especial control del gobierno de las llamadas actividades por cuenta propia, que le obligó a renovar todas las licencias necesarias.
Según especialistas, el turismo constituye el único sector del país con condiciones para reflotar la economía cubana, agobiada por una nueva recaída, gracias a un mercado en expansión, con más de cuatro millones de visitantes en 2016, y a su capacidad para captar con rapidez las divisas imprescindibles para paliar la crisis de liquidez.
Y la industria del ocio presenta una participación sin precedentes del sector privado, aunque falten estadísticas oficiales sobre su aporte real. “A Camagüey le hacen falta restaurantes como este”, estimó el Izquierdo, que busca “satisfacer a un segmento de mercado existente” en esta ciudad que, como en otras de la provincia cubana, los servicios turísticos estatales no logran absorber el boom de visitantes iniciado en 2015 y se complementan con el creciente sector privado.
En las paredes amarillas del 1800, cuelgan fotografías de las celebridades locales y extranjeras que lo han visitado, como el cantautor cubano Pablo Milanés o el cantante italiano Zucchero. En temporada alta, entre diciembre y abril, un equipo de 20 empleados atiende entre 100 y 150 clientes diarios, estimó Izquierdo.
Precisó que gran parte de ese flujo de clientes le llega mediante los seis contratos que mantiene con agencias de viaje estatales. “Tenemos capacidad para atender a muchas personas, muy buena ubicación y priorizamos el ‘marketing’ y la promoción a través de Internet, que funciona”, añadió.
El restaurador colocó en cinco guías de referencia internacional al restaurante de comida internacional, cubana y típica de la tercera ciudad más importante. “Ya el sector privado tiene ofertas en el turismo, con casas de alquiler de habitaciones, paladares (restaurantes), cooperativas de construcción, taxistas, empresas que hacen muebles, productores agropecuarios, entre otros”, indicó el economista y académico estadounidense Richard S. Newfarmer, autor junto a Richard E. Feinberg de un estudio al respecto.