Aunque la relación comercial entre Ecuador y Japón es relativamente pequeña -3% del total del comercio en el 2010- los productos japoneses (autos y componentes de alta tecnología) llegan al país a través de terceros países, lo cual está ocasionando preocupación en el sector importador.
Las ventas ecuatorianas a Japón llegaron a USD 401,5 millones el año pasado, mientras que las importaciones ascendieron a USD 692,7 millones (ver infografía).
Para Pablo Alvear, gerente de Ventas de Mavesa, que importa los camiones Hino, de seguir la alerta roja en Japón, las actividades de la compañía en el Ecuador podrían verse complicadas en los próximos cuatro meses. “Oficialmente, no nos han comunicado nada. Los japoneses son muy sigilosos en esos aspectos”.
La misma incertidumbre la vive Teresa Salvador, gerenta comercial de Motransa, representante de Mitsubishi. “Nosotros hacemos pedidos cada mes. Afortunadamente, el nuevo embarque llegará en abril. No sabemos qué pasará después. Si bien nuestros productos se despachan de puertos no afectados por el terremoto, con el cierre de las plantas podrían retrasarse las entregas”.
Desde el pasado lunes y hasta hoy, las principales marcas automotrices del Japón decidieron cerrar sus plantas de producción.
Martha Patricia Baca, gerenta de Ventas de Toyota Casabaca, también teme que haya un impacto por ese cierre. “Tenemos ‘stock’ para tres meses. Toyota tiene plantas en Tailandia, pero creo que igual va a venir un efecto”.
Por el lado de los aparatos electrónicos también el impacto podría darse por el desabastecimiento. Wilson Lozada, gerente de Dactech, importador de notebooks, consolas de juego y repuestos, explica que en el mercado nacional la mayoría de importadores se provee de las tiendas en EE.UU. que, a su vez, importan del Japón. “Nosotros traemos de Miami. Y ya se siente la escasez, especialmente de memorias”.
De hecho, la consultora estadounidense iSuppli aseguró que los precios de productos electrónicos como pantallas LCD y consolas de memoria han aumentado. Así, las memorias DRAM subieron un 7% desde el terremoto, mientras las memorias NAND aumentaron un 10%. “Las compañías sufren problemas para la recepción de componentes, materiales en bruto y el traslado de los trabajadores a sus instalaciones”, Entre las firmas que han visto afectada su producción están Sony, Panasonic, Toshiba y Canon.
Por el lado de las líneas de cooperación que Japón mantiene con el Ecuador, también hay incertidumbre. El año pasado, según la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional, Japón extendió USD 23,4 millones para utilizarlos en 34 proyectos.
Para en catedrático de Relaciones Internacionales, Pablo Burbano, “normalmente los programas de cooperación no se afectan Pero ante la magnitud de un hecho como el de Japón, donde deberá priorizarse el gasto para reconstruir el país, es probable que esas líneas se cierren o reduzcan en los próximos años”.
Las cifras de los analistas internacionales estiman que la reconstrucción de Japón ascendería a unos USD 18 000 millones.
La Secretaría señaló que las relaciones de cooperación con Japón no se han visto afectadas. “Tanto la Embajada del Japón, como la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA), continúan desarrollando con total normalidad sus actividades. El 1 de abril se iniciará el nuevo año fiscal japonés y, salvo algún pronunciamiento oficial de parte de la Embajada del Japón en el Ecuador, se continuarán desarrollando los proyectos conforme los acuerdos entre ambos países”.
El desplome en la Bolsa de Tokio contagió al mundo
La posibilidad de una crisis nuclear en Japón ocasionó pánico entre los inversionistas, quienes empezaron a deshacerse de sus activos más riesgosos para refugiarse en bonos con respaldo de los estados.
Las principales bolsas europeas perdieron alrededor de USD 247 000 millones en valor de mercado en las primeras operaciones de ayer.
Los inversionistas se espantaron cuando conocieron que una planta nuclear japonesa explotó y liberó niveles bajos de radiación hacia Tokio, donde los inversores se deshacían de las acciones en medio de una ola de incertidumbre que provocó las mayores pérdidas desde la crisis financiera del 2008.
Por momentos el índice Nikkei llegó a perder un 14%. Finalmente cerró con una caída del 10,55%, la peor de la jornada de ayer. Las bolsas europeas y americanas también cayeron, pero en menor magnitud.
La Bolsa de Nueva York terminó en neta baja y el índice Dow Jones perdió 1,15%. Las plazas latinoamericanas siguieron la tendencia. La mayor de la región, Sao Paulo perdió 0,24%, México 0,53% y Bogotá 2,43%.
El nerviosismo del mercado también se reflejó en el precio del petróleo, que se había mantenido sobre los USD 100.
El precio del barril de West Texas Intermediate (WTI), de referencia para Ecuador, cayó un 4% y terminó en USD 97,18.