Los gastos de consumo se restringen. Se alienta el crédito hipotecario. Esa es la política del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social puesta en vigor desde marzo por parte del Banco del IESS.
La relación directa entre la capacidad de pago del afiliado y el monto de los préstamos ajusta los requisitos. El crédito de consumo que se canaliza por el préstamo quirografario no podrá exceder más del 80% de los valores acumulados en dos tipos de fondos que lo apalancan: cesantía y reserva. Hasta la fecha de la resolución el afiliado podía solicitar el monto total de sus fondos.
Otro aspecto que se modifica es el del tiempo para pagar las cuotas mensuales. Antes era de cinco años, ahora se recorta a cuatro. Además se suben las tasas de interés de 9,75% a 11,07% o hasta 13,75% según el plazo.
El argumento de las autoridades es reorientar la política crediticia hacia la construcción, sector que ha sufrido los efectos de la contracción.
El BIESS estima que este año se dirigirán USD 1670 millones a los quirografarios de todas maneras, pese la reducción calculada de USD 380 millones.
Si se logra este re-direccionamiento se puede estimular uno de las actividades económicas que más dinámica supone y que atiende a mano de obra menos calificada, segmento particularmente deprimido por la baja de empleo. Pero hay visiones de analistas que estiman que la baja de quirografarios puede afectar, por una disminución mayor del consumo.