Contra algunos pronósticos de última hora, los dos partidos de Estado, Partido Popular (centro derecha) y Partido Socialista Obrero Español (centro izquierda) obtuvieron las primeras posiciones en las elecciones parlamentarias en España.
La irrupción, empero, de dos fuerzas nuevas amplían el espectro y rompen en bipartidismo imperante desde poco tiempo después de la instauración de la monarquía parlamentaria española.
Si bien es cierto que Podemos (populismo centroizquierdista) y Ciudadanos (centro derecha) no llegaron a ocupar los dos primeros lugares, su inserción en el mapa político de España es más que evidente.
El presidente del Gobierno que encabezó la lista parlamentaria del Partido Popular deberá buscar alianzas y apoyos para alcanzar la investidura y luego para gobernar, lo que le conllevará un verdadero rompedero de cabeza.
Sumados los votos de las tendencias de derecha e izquierda respectivamente no alcanzan los escaños para tener mayoría de 176 votos de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.
Desde enero el presidente Rajoy deberá hacer esfuerzos por formar gobierno y tendrá largos dos meses de negociaciones complicadas en vista del nuevo mapa.
Habrá que ver el rol que juegan las pequeñas minorías de izquierda y los nacionalismos para completar el panorama.Después de todo, la crisis económica no arrastró a Rajoy, ni siquiera los escándalos de corrupción. España despega en lo económico y hay que esperar por su gobernabilidad.