La República Oriental del Uruguay tuvo un cambio de mando sin sorpresas. La misma corriente política sigue en el poder.
Tabaré Vázquez asumió el cargo para el período presidencial 2015-2020. Ahora vuelve al solio al cabo de cinco años y tras haber gobernado con equilibrio y sobriedad entre 2005 y 2010. El domingo recibió la banda presidencial de quien fuera hace cinco años su sucesor, José Mujica, miembro de su misma coalición, el izquierdista Frente Amplio.
La continuidad de esta corriente política es nueva en Uruguay y prolonga el quiebre de la hegemonía histórica de los partidos Blanco y Colorado, que se alternaron durante la vida republicana en varios gobiernos civiles.
El Frente Amplio es la concreción de una alianza de sectores de izquierda y sociales bajo una misma bandera, aunque con varios matices.
El oncólogo Tabaré Vázquez cumplió un período presidencial respetuoso y sin estridencias, luego de lo cual volvió a su consultorio médico.
El sucesor, José Mujica, quizá tuvo una puesta en escena más audaz e histriónica, pero sale del poder rodeado de respeto. Tuvo momentos tensos como aquel del micrófono abierto cuando se le oyó criticar a la Presidenta argentina y a su difunto marido, la legalización de la marihuana y un final donde calificó a la reelección como un acto monárquico.
Vázquez llega con su impronta personal y un reto: dar continuidad a las reformas de su antecesor. Los uruguayos renuevan su apuesta.