Los sistemas de inteligencia de Estados Unidos probaron usar técnicas tan brutales como las que imputan a sus enemigos.
Un revelador informe, que debe avergonzar a la clase política de un país que se reclama como una democracia avanzada, destapa la crueldad de las torturas empleadas por los servicios secretos.
Tras el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, acto terrorista que sacudió a todo el planeta y que costó miles de vidas humanas inocentes, se despertó una tarea tan oscura y truculenta como aquella que se imputa a países de sistemas políticos atrasados y terribles dictaduras.
El Comité de Inteligencia del Senado en Washington difundió una parte de un informe de 6 300 páginas sobre torturas que parecen increíbles y aun peores que aquellas admitidas en las primeras instancias de investigación. Ahogamientos simulados, alimentación rectal, enemas con agua, el haber quitado el sueño durante una semana seguida a los investigados y otras técnicas de ‘investigación mejorada’ de la CIA, muestran el grado de crueldad de que es capaz el ser humano y la anacrónica referencia a las peores dictaduras militares del Cono Sur contra guerrilleros, sospechosos e intelectuales de izquierda, o las que se emplea en las más cruentas dictaduras del planeta.
El presidente Barack Obama señaló que ‘ estos duros métodos son incompatibles con nuestro valores como nación’.
La crueldad de Guantánamo y Abú Graib vuelven a la memoria. La humanidad civilizada clama para evitar que estos actos de barbarie se repitan.