A diferencia de lo que muchas personas creen, la tracción total no es un aditamento que únicamente es útil para circular sobre lodo o en caminos de tercer orden.
En los vehículos equipados con dos modalidades de tracción total (4H y 4L), la primera puede y debe ser usada en condiciones tales como lluvia (especialmente en carreteras, autopistas y vías periféricas de circulación rápida) y caminos de tierra o lastre, aun cuando se encuentren en buen estado.
La activación de la tracción a las cuatro ruedas de alta velocidad contribuye a que las ruedas ganen adherencia y que, en consecuencia, el vehículo se vuelva más estable y el manejo sea más seguro.
Lo mismo sucede en los vehículos con un único modo de tracción total (4WD) de activación manual.
El conocimiento y aprovechamiento de las posibilidades que el vehículo ofrece guardan una relación directa con el nivel de satisfacción que el propietario experimenta cada vez que lo utiliza.