El impacto visual al primer contacto con las nuevas tendencias de iluminaciones navideñas produce un efecto llamativo, mágico y colorido. Detrás de la diversidad de colores que resaltan en hogares y espacios públicos de las ciudades, estos días, están los avances tecnológicos, que permiten que esos destellos atraigan y encanten a miles de personas.
Se trata de luces led, focos con apariencia de cascada, malla de luces, focos dentro de esferas transparentes y mangueras con luces multicolores. Todo es parte de lo remozado que se ha vuelto la iluminación, que si bien se
remonta a los 60 con la aparición del nuevo diodo emisor de luz (Led, por sus siglas en inglés), es ahora una tendencia
que cobra más importancia en esta época navideña.
El sistema de luces actual dejó en parte de lado al tradicional foco, por ejemplo, en el árbol navideño y las coronas. Muchos recuerdan el pequeño bombillo puntiagudo con carcasas ‘espinosas’ o que otros prefieren llamar de tipo piña. Si alguien aún tiene en casa esos componentes debe haber lidiado con los daños de uno de estos pequeños focos, cuyo inconveniente sucede cuando se rompe el diminuto filamento interno que produce la luz.
Pero la tarea de reemplazarlos con los que vienen incluidos en las cajas como repuestos también es parte de esos tiempos que para muchos es un pasado tradicional en estas fechas.
Las familias se reúnen para revisar si están en buenas condiciones, mientras otros se encargan de desperdigarlos a lo largo del ‘árbolito’.
Moda y ahorro de recursos
Para el ingeniero en electrónica Frikson Castillo, la apuesta por la tecnología led tiene dos propósitos. El uno es el ahorro de energía debido a las fuentes de alimentación de corriente propia que trae la serie de luces. Al tener una fuente conformada por otros dispositivos electrónicos como transformadores, resistencias, filtros, entre otros, las hacen de menor consumo energético. Y también están las que se conectan directamente con los puertos USB disponibles en computadoras y otros accesorios.
Lo otro, sigue Castillo, es que esta iluminación genera una mejor estética, por lo cual en las urbes se las ha visto como una forma de incentivar el movimiento interno de familias y turistas, que llegan a parques y plazas para fotografiarse junto a las distintas decoraciones navideñas.
De hecho, para los encendidos en ciudades como Santo Domingo, Esmeraldas y Guayaquil se emplearon luces led. El árbol navideño de la capital de la provincia Tsáchila, compuesto por 55 000 luces de este tipo, son operadas de forma digital y gracias a esto se produce un efecto tipo pixel.
En Esmeraldas, a lo largo del malecón de Las Palmas, se instalaron luces de color amarillo. Por el corredor peatonal y vehicular llama la atención lo colorida que se torna la zona.
Lo mismo sucede en la Plaza de la Administración en Guayaquil, donde se iluminó a los personajes del pesebre navideño con luces coloridas.
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