Todos los días, Nancy Guachalá recuerda a su hermano, pero este jueves su imagen se profundiza y la llena de dolor.
Hace 18 años a Luis Eduardo Guachalá lo internaron en el Hospital Julio Endara, en Quito. Él sufría ataques epilépticos y fue el último día que lo vio.
Entre lágrimas relata que el 17 de enero de 2004 le informaron que el joven de 24 años supuestamente había escapado. “A mí hermano le hicieron algo y nos ocultan. Desde ese entonces hemos pasado tiempos difíciles sin él”.
Insistió que se debe continuar con la búsqueda de Luis para conocer la verdad en el caso. Su madre, Zoila, agregó que también esperan que los responsables de la desaparición de su hijo paguen por sus actos.
El acto de disculpas se realizó este jueves 15 de septiembre en el Hospital Julio Endara, el mismo establecimiento médico especializado en salud mental donde desapareció Guachalá en 2004, ubicado en el sur de la capital, según informó en un comunicado la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh).
Al acto asistieron diferentes autoridades estatales como el ministro de Salud, José Ruales; la directora de protección, reparación integral y autoridad central de la Secretaría de Derechos Humanos, Andrea Roma, y la coordinadora de acceso a la justicia penal de la Fiscalía General del Estado (FGE), Mery Chiriboga.
Con el ofrecimiento de disculpas a la familia de Guachalá, el Estado ecuatoriano reconoció que no garantizó el cuidado de Luis Eduardo en un hospital público, no investigó su desaparición con debida diligencia y en un plazo razonable, y no garantizó el derecho a conocer la verdad de estos hechos.
El ministro Ruales aseguró que el Estado se compromete a tomar las acciones necesarias para que casos como el de Luis Eduardo no ocurran nunca más, y anunció un compromiso de coordinar las acciones necesarias para reparar los daños causados a las víctimas.
Este acto oficial es parte de las 14 medidas de reparación integral determinadas por la Corte IDH en la sentencia emitida el 23 de junio de 2021 sobre este caso.
El fallo también ordenó investigar los hechos e identificar, juzgar; y, en su caso, sancionar a los responsables, así como determinar el paradero de la víctima.