En ‘El color como pensamiento’, Pilar Flores explora sobre los vínculos entre la práctica artística y la docente
Varios hechos de violencia ocurridos durante las últimas semanas han generado fuertes reacciones, algunas de ellas acompañadas de ira y de odio. En este contexto, la artista Pilar Flores reflexiona sobre el silencio como posibilidad de generar nuevos espacios de reflexión. Lo hace sentada a unos metros del stencil que hizo de Luz Elena Arismedi -a partir de una foto tomada por Dolores Ochoa- y que se exhibe en el Centro de Arte Contemporáneo por estos días.
Toda ética tiene una estética y viceversa: una perogrullada. Y en ‘Tejido’ este aserto tan evidente cobra materialidad y resume una trayectoria de más de 40 años de una de las artistas plásticas fundamentales del Ecuador: Pilar Flores (Quito, 1957). Pero ‘Tejido’ no es una retrospectiva, sino un libro que cumple con la delicada labor de dar cuerpo a una filosofía de vida; ahí radica su cualidad compiladora.
Una mirada que no está acostumbrada al disfrute de la contemplación no pudo ver lo que Pilar Flores sí pudo apenas entró a la sala de Arte Actual, donde terminaba de montarse ‘Cartografía interior’, la muestra de su autoría, que se inaugura hoy a las 19:30.