Los soldados israelíes recurren cada vez más a las balas de calibre 5,56 milímetros para enfrentar a los manifestantes palestinos, a pesar de que las autoridades militares de Israel no se ponen de acuerdo sobre el uso de munición real para dispersar a los manifestantes.
La salud de la población de Gaza, que no tiene acceso a los alimentos necesarios para su supervivencia, se resintió debido al daño considerable que sufrieron las tierras y el agua del territorio costero, debido al bloqueo de Israel y los devastadores bombardeos de ese país sobre la Franja en 2014.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), con sede en esta ciudad cisjordana, acusa al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo en árabe) de islamizar el territorio palestino de Gaza y de convertirlo en un barrio de la Hermandad Musulmana.