La Autoridad Nacional Palestina (ANP), con sede en esta ciudad cisjordana, acusa al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás, por su acrónimo en árabe) de islamizar el territorio palestino de Gaza y de convertirlo en un barrio de la Hermandad Musulmana.
A principios de este año, Hamás lanzó una “campaña de virtud” que apunta a difundir la shariá (ley islámica) y luchar contra “el comportamiento y la vestimenta occidental”.
Tras una ley aprobada hace poco en Gaza, cuando comience el nuevo año lectivo, en septiembre, será ilegal que haya maestros enseñando en escuelas femeninas. Además, niñas y niños mayores de 9 años deberán estar en salones distintos, incluso en las instituciones privadas y cristianas que tienen una enseñanza mixta.
La ley afectará al siete por ciento de las escuelas que son privadas en Gaza, entre ellas las cristianas. Estas se verán obligadas a buscar fondos para ampliar sus instalaciones y separar a los alumnos por género. El territorio costero tiene 690 escuelas con 466 000 estudiantes para una población de 1,7 millones de habitantes.
Se regula las relaciones entre las instituciones educativas palestinas e Israel, prohibiendo a las escuelas recibir ayuda destinada a alentar o promover la normalización de las relaciones con el estado judío.
Esta iniciativa que limita las libertades civiles se enmarca en una campaña que prohibió a las mujeres sentarse en la parte de atrás de las motocicletas, una forma de transporte común debido a la escasez de combustible. También se les prohibió fumar pipas de agua en público; parejas que circulan por la vía pública han sido interrogadas por la seguridad de Hamás. Además, se prohibió a los estilistas peinar y cortar el cabello a las mujeres, y que las corredoras participaran en la maratón organizada por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Gaza, por lo que el encuentro deportivo fue suspendido en ese territorio y se realizó en Cisjordania con competidores de varios países y mujeres palestinas.
En Cisjordania no hay una ley que separe a las escuelas de niños de las de niñas. Pero salvo por las instituciones privadas y cristianas, la enseñanza secundaria está dividida por género. La posibilidad de elegir es un asunto importante para muchos palestinos, y la ley aprobada por Hamás sobre “cómo ser un buen musulmán” se entiende como la aplicación de su agenda política.
“Es ridículo. ¿Qué tiene de malo que niños y niñas aprendan juntos?”, preguntó Rana Atta, del Comité Técnico de Asuntos de Mujeres con sede en Ramalah.”Como musulmana y madre quiero poder elegir si mando a mis hijos a una escuela mixta o segregada por género”, alegó. Atta, quien usa velo, dijo que la nueva ley no solo viola los derechos humanos, sino que atenta contra el espíritu de la educación, que es promover la equidad de género.