Los jueces Miguel Ángel Narváez, Anacélida Burbano y Fabricio Robalino, de la Corte Provincial de Pichincha, negaron la apelación interpuesta por la defensa del expresidente Rafael Correa, en la demanda que siguió en contra del comunicador Martín Pallares, por supuestamente proferir expresiones de descrédito en su contra, a través de un artículo de opinión publicado en el portal web 4Pelagatos.
Cerca de las 08:05 de este martes 31 de octubre de 2017, el periodista del portal web 4Pelagatos, Martín Pallares, llegó hasta la Corte Provincial de Pichincha, en el norte de Quito, para la audiencia de apelación solicitada por el expresidente Rafael Correa.
La sentencia de inocencia dictada a favor del periodista Martín Pallares será revisada en segunda instancia, en la Sala Única Penal de la Corte de Justicia de Pichincha. Así se conoció este 19 de julio del 2017, luego de que la víspera el juez Máximo Ortega de Ferrer aceptara el recurso de apelación interpuesto por la defensa del expresidente Rafael Correa.
El expresidente Rafael Correa reaccionó al ofrecimiento del actual Ejecutivo de conceder un comodato de 100 años a la Conaie. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter tan pronto como se difundió la noticia. La red se ha convertido en su nueva plataforma política, desde que dejó el mandato.
Rafael Correa no sufrió descrédito ni su honra fue lesionada por el periodista Martín Pallares. A esta resolución llegó ayer, 3 de julio de 2017 el juez de Contravenciones Penales de Pichincha, Fabricio Carrasco, tras 4 horas de audiencia.
Los incidentes se iniciaron dentro de la Unidad Judicial Norte, en donde se realiza una audiencia contra el periodista por supuestas expresiones de descrédito contra el exmandatario. "Abajo los pelucones", gritaban los correistas, mientras los que apoyan al periodista gritaron "Todos Somos Martín". La audiencia, se inició sin la presencia del exmandatario.
"Este es un triunfo no sólo para mí, sino para todos los periodistas que podemos seguir expresándonos". Estas fueron las primeras palabras del periodista Martín Pallares, tras confirmarse su estado de inocencia.
El expresidente Rafael Correa Delgado demandó al periodista Martín Pallares por presuntamente proferir expresiones de descrédito y deshonra en su contra. La audiencia de juzgamiento será mañana viernes 23 de junio del 2017 en el complejo judicial del norte de Quito.
Este título es ideal para recordar a Martín Pallares Carrión por su valía humana, intelectual y profesional. Efectivamente, los editoriales de Martín publicados en el Diario EL COMERCIO se caracterizaron por una forma concreta: redacción correcta y conocimiento objetivo de los temas tratados, cualidades que óptimas para una lectura correcta -se comparta o no con el fondo (ideología) de lo tratado- ha llevado a estar al tanto de las realidades nacionales e internacionales.
Por esos ajetreos diarios de la vida profesional, se me olvidó escribir estas pocas líneas, para lamentar, la ausencia semanal de este destacado escritor, quien siempre tiene la costumbre de “llamar las cosas por su nombre”, por lo que agradezco a Fernando Larenas el haberme recordado este asunto, con su singular estilo.
Una de las características que más destaca es su irreverencia, también sobresale su devoción por la literatura, pero de la buena, su apego a lo ecológico, a la agricultura; su agudeza para escribir y decir las cosas sin adornos, tal como él las aprecia y las siente, algo que sin duda le ha generado demostraciones de antipatía, especialmente del poder político, del actual y de todos los que han coincidido con su trayectoria periodística.
La actitud con la que el correísmo actúa frente al sombrío horizonte de la economía es la del combatiente vencido que va a firmar la rendición sin querer ver ni aceptar la magnitud de la derrota y que no atina sino a repetir, como autómata enajenado, un mantra. En este caso el mantra es, como se escucha en foros y en la prensa, “pero este gobierno ha sido incluyente”.
En el asiento trasero del amplio carro blindado que le había dado el protocolo belga fue preparando el discurso para la Cumbre de los Pueblos en Bruselas. Le habían dicho que se dirigían a la catedral del Saint Michel, joya del arte gótico en Bélgica. En sus apuntes no escatimaba elogios a la catedral. No podía ser de otra forma si a él le gusta y sabe tanto sobre arte gótico y su arquitectura.
Que un ciudadano oprimido por cualquier expresión de poder reivindique la confrontación como forma de lucha para reivindicar sus causas, puede ser justo, explicable y lógico. Que un grupo humano marginado por el poder, ya sea del Estado o de la sociedad, recurra a la confrontación para luchar en contra de las injusticias es algo que ha pasado miles de millones de veces y hace parte del motor de la historia de la humanidad.
La etiqueta #LaManoSuciadeCorrea se convirtió en tendencia en la red social luego de que el presidente Rafael Correa, desde su cuenta personal, quiso posicionar el tema del Día Internacional de la Contaminación de la Chevron.
Las dictaduras pueden ser muy buenas. Son las dictaduras que nacen del corazón, las que existen para el bien de todos, las del amor, del pueblo, la patria y de la revolución. No hay que asustarse del término porque hay casos en los que una dictadura está para que todos sean felices, prósperos y profundamente amorosos. ¿Por qué habría de ser mala si quienes la ejercen son buenos y misericordiosos?
Debido a las declaraciones de ayer (jueves, 7 de mayo) del presidente Rafael Correa sobre el incidente con el joven de 17 años. Los usuarios de Twitter increparon las declaraciones del Presidente.
mpallares@elcomercio.com El que un mandatario no sea capaz de tolerar un insulto de uno de sus mandantes es un asunto que, al menos, deja mal parado el prestigio del dignatario, porque la tolerancia es una obligación de cualquier estadista. Si ese insulto al mandatario es penado por la ley, queda mal el sistema jurídico del país porque quiere decir que ahí no se ha despenalizado el desacato, lo que generalmente sí ocurre en una sociedad justa, donde se protege al ciudadano de la autoridad.
Rafael Correa debió haberse disculpado por haber escrito en Twitter el saludo nazi. Bastaba algo de sensibilidad y otro poco de humildad para decir que se equivocó al haber querido hacer una broma para responder algo que le parecía injusto (que le tachen de fascista) y afirmar que lo lamentaba porque en su ideología no hay nada que lo conecte a tan espantoso saludo.
La aparición de Cuba en la Cumbre de las Américas 2015 en Panamá ha generado, como en pocas ocasiones, expectativa por el evento. También en Twitter donde se ventilan opiniones a favor y en contra.