Por esos ajetreos diarios de la vida profesional, se me olvidó escribir estas pocas líneas, para lamentar, la ausencia semanal de este destacado escritor, quien siempre tiene la costumbre de “llamar las cosas por su nombre”, por lo que agradezco a Fernando Larenas el haberme recordado este asunto, con su singular estilo.
He venido siguiendo a Martín, desde las buenas épocas del diario Hoy y siempre aguardé con interés sus contundentes y directos análisis en la prensa, sin ‘medias tintas’, llamando al pan, pan y al vino, vino (DRAE: para dar a entender que alguien ha dicho a otra persona algo llanamente, sin rodeos y con claridad), que es el tipo de lectura que siempre me ha gustado.
Espero poder seguir disfrutando de sus artículos frontales, escritos en algún otro medio.