Decenas de jóvenes acudieron a la laguna de La Alameda para jugar Carnaval.
Con espuma, anilina, papel picado, harina y agua se juega el carnaval en diferentes ciudades del país. Pero no en todas está permitido el uso de agua, por ejemplo, como en Quito. Aunque esta costumbre persiste principalmente en los barrios.
Este marte 5 de marzo del 2019 –el último día del feriado de Carnaval- los cuencanos ocuparon los megaparques y las orillas de los ríos para compartir momentos en familia.
La venta de espuma de Carnaval, uno de los productos de mayor consumo en esta temporada, cayó tanto en pequeñas como grandes establecimientos durante este año, y no es el único. Insumos como picadillo, pistolas de agua, globos y máscaras también tienen menos demanda.
La producción de la espuma de carnaval no es sencilla. Para tener un frasco de 540 mililitros el proceso se demora alrededor de una hora con diez minutos, explica Yozaida Herrera, gerente de Planta de la empresa Envapress dedicada a la producción de este producto.
Se acerca el feriado de Carnaval y la producción y distribución de la tradicional espuma utilizada en estas fechas se apresura. En tiendas y en las calles del Distrito Metropolitano de Quito ya es común empezar a ver su venta a dos semanas del inicio de este feriado.
Los agentes de la Policía Nacional de la provincia de Tungurahua decomisaron 65 cajas que contenían 1 560 envases de espuma de carnaval en el cantón Ambato. El producto posiblemente iba a ser comercializado en los días de la Fiesta de la Fruta y de las Flores, que se desarrollará del 5 al 9 de febrero del 2016.
Más de 800 botellas de espuma de carnaval, unas 70 cajas, fueron incautadas por la Intendencia General y la Policía Judicial de Pichincha, durante un operativo de control de mercadería que habría ingresado al país sin pagar impuestos.