En la fachada se destaca el diseño moderno por el uso del color blanco, en contraste con el gris de la roca volcánica. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
El diseño y la arquitectura nacionales están cada vez más a la vanguardia de la conciencia ambiental. El proyecto Edificio Edwards, de Quito, es un ejemplo de ello.
Con su arquitectura vanguardista y de conciencia energética, la edificación ubicada en el norte de la capital obtuvo la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) por su diseño, que incorpora ahorro y conciencia ambiental.
La arquitecta Adriana Benalcázar, quien estuvo al frente del proyecto, cuenta que este utiliza tecnología y diseño bioclimático para mejorar la calidad de vida de los habitantes del edificio y reducir su impacto ambiental.
“El diseño y la construcción del edificio se enfocaron en el buen manejo del espacio y la energía”. Cuenta con 10 plantas con exclusivos departamentos, debidamente dotados de espacios comunales, con un diseño moderno y funcional y con la mejor vista de Quito.
Los dormitorios cuentan con una importante cantidad de iluminación natural gracias a los amplios. Fotos: cortesía
En Edwards hay 13 unidades de vivienda de uno, dos y tres dormitorios; 26 parqueaderos cubiertos en tres subsuelos; además de espacios comunales como un ‘lobby’ de doble altura, sala comunal con BBQ, pérgola e hidromasaje, una terraza lounge con chimenea, ‘sky garden’, entre otros.
Cada departamento tiene su cocina, sala, comedor, baños y un patio o balcón independientes. El estilo interior se destaca por el mobiliario y los colores modernos.
Daniel Rodríguez, auditor y experto de EDGE, dio asesoría para que la edificación cumpla con los parámetros que requiere un proyecto para obtener dicho distintivo.
El profesional asegura que Edwards es el primer edificio con esta certificación en Ecuador y la región andina.
En la cocina de cada departamento se destaca la combinación entre el tono madera en contraste con el blanco.
“El ahorro energético mejora la competitividad de nuestra economía, potenciando ciudades inteligentes como soporte y componente clave para el futuro de las ciudades y del país. Además, la eficiencia energética promete generar un crecimiento de calidad basado en la innovación”.
Benalcázar, además, considera que la arquitectura con conciencia ambiental debe tomarse como una nueva tendencia en el país para “generar un estándar de construcción”.
Asimismo, asegura, este tipo de construcción da beneficios de salud y económicos para los propietarios y usuarios de proyectos ecoamigables.
Según los representantes del proyecto, los residentes “podrán ahorrar en sus servicios, ya que el proyecto cuenta con eficiencia y ahorro de agua en un rango del 28% al 30%, de energía eléctrica del 28% a 38% y ahorro de energía incorporados en materiales en un rango de 36% a 41%”.
Los baños tienen un diseño de grifería exclusivo de Edwards, con aireadores incorporados para el ahorro de agua.
Esto se logró con ciertas particularidades incorporadas desde el diseño hasta la construcción. Por ejemplo, para el ahorro de agua se instalaron aireadores en toda la grifería. Todos los espacios del proyecto tienen un sistema de aislamiento térmico y un buen porcentaje de iluminación natural y ventanería, entre otras cualidades evaluadas.
El edificio sostenible se encuentra ubicado detrás del Consejo Nacional Electoral.
El proyecto se encuentra en la última fase de construcción, en la que se están ultimando detalles de acabados y equipamientos ecológicos.