El gobierno venezolano de Nicolás Maduro -acosado por las protestas callejeras– se anotó un segundo ‘triunfo’ en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Si el 6 de marzo logró que el Consejo Permanente se abstuviera de convocar a una cita de cancilleres para analizar la crisis política, ayer impidió que la oposición de su país pudiera exponer su postura en ese foro.
Específicamente, no permitió que Panamá le cediera su silla a la legisladora venezolana María Corina Machado, quien tenía previsto denunciar lo que considera “atropellos” del Régimen sobre la población civil.
Venezuela consiguió neutralizar a la representante de la oposición con su red de aliados regionales, tejida desde tiempos del desaparecido líder bolivariano, Hugo Chávez.
Para conseguir ese objetivo fue clave el apoyo de sus socios de la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba), así como de los gobiernos más cercanos de la Unión Sudamericana de Nacionales (Unasur). Entre ellos se encuentra Ecuador.
En total, la administración de Maduro consiguió 22 de los 34 votos, para frenar que un tema que le resulta incómodo sea nuevamente analizado en el Consejo Permanente.
Solo Panamá, México, EE.UU., Guatemala, Perú, Chile, Colombia, Costa Rica, Canadá, Paraguay y Honduras no avalaron esa postura.
En un primer momento, Venezuela logró que se aprobara una moción para que la sesión de ayer fuera reservada.
El embajador brasileño, Breno Días da Costa, defendió el voto de su delegación, al denunciar un intento de ciertos países para convertir la cita en un “circo para una platea externa”, en alusión a Panamá.
“No veo por qué aquí tiene que haber secretismo”, replicó el Embajador panameño.
De esta forma, se aseguró que cualquier tipo de denuncia de Machado -acusada de supuesto homicidio en las protestas– pueda ser escuchada a través de los medios internacionales.
Una vez ya instalada la sesión, Maduro se aseguró un segundo punto. La mayoría de los representantes de la OEA también se alineó con Caracas, para que la crisis venezolana tampoco sea debatida como lo había planteado Panamá.
De hecho, el Consejo Permanente eliminó de su agenda el punto dedicado a la situación de Venezuela. De ahí que prácticamente le cortó paso a la parlamentaria Machado.
Por 22 votos a favor, tres en contra y nueve abstenciones, los embajadores aprobaron una solicitud de la Misión venezolana para sacar de la agenda el punto dedicado a “la situación de Venezuela”.
Con ello, a la representante de la oposición solo le restaba esperar la opción de intervenir en el tratamiento de “temas varios”. Pero finalmente, esta opción no tomó cuerpo.
Más allá de esa última opción, en la práctica la OEA no permitió que una voz opositora diera su versión sobre los hechos que sacuden a Venezuela desde el 12 de febrero pasado.
De ahí que de inmediato llegasen las críticas a la OEA desde sectores opositores venezolanos, así como de otros países que piden un papel más activo de la entidad hemisférica.
“Quedó claro que le tienen miedo a que la realidad, la verdad de lo que ocurre en Venezuela sea conocido en el mundo entero (…) que se conozca la magnitud de la represión brutal”. Esa fue la primera reacción de Machado, en una rueda de prensa en Washington, según reportó la agencia EFE.
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Desde Venezuela, el líder opositor Henrique Capriles dijo que la OEA se ha convertido en un “club de intereses de los “gobiernos de turno”.
En su cuenta de Twitter, el Gobernador del Estado de Miranda y expresidencial también fustigó el papel del secretario José Miguel Insulza, quien se opone a una intervención directa del organismo.
Desde Panamá, el canciller Francisco Álvarez de Soto lamentó la actitud del foro continental. Pero, matizó el revés diplomático, al indicar que en la sesión quedó en evidencia que se suman al planteamiento de su país, de que se ayude a propiciar un ambiente de diálogo en el país sudamericano.
En Miami también hubo rechazo a la postura del Consejo Permanente. El grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) arremetió contra la OEA por celebrar a puerta cerrada la sesión.
“Expresamos nuestro profundo rechazo y rabia por la vergonzosa decisión que tomó“, señaló en un comunicado.
Ese colectivo realizará el lunes una concentración frente al Consulado General de Brasil, en “rechazo al silencio” que guarda el gobierno de Dilma Rousseff, ante la “violación de los DD.HH. en Venezuela”.
La Unasur se prepara
El bloque, que tiene la venia de Maduro, está listo para enviar la semana entrante una misión a Caracas para acompañar el “diálogo político”. La oposición se niega a participar en la Conferencia de Paz lanzada por Maduro, a menos que se liberen a los “presos políticos”.
“Comisión de Unasur para acompañar el diálogo político en Venezuela hará su primera reunión en Caracas los días 25 y 26 de marzo”, escribió ayer en Twitter el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño.
_ En contexto
El gobierno venezolano de Nicolás Maduro consiguió por segunda vez en 15 días que la OEA no discuta de forma pública la crisis de su país.
Solo reconoce a la Unasur como el organismo apto para acompañar el proceso de diálogo que plantea a la oposición de su país.