Los órganos en 3D y las prótesis robóticas son señales de la integración con la tecnología. Foto: AFP
Humanos con “superpoderes” o con partes robóticas no están solamente en las películas de ciencia ficción. Órganos fabricados con impresoras 3D, prótesis con mayor funcionalidad o incluso los chips que se han empezado a implantar bajo la piel, son algunas señales de que cada vez son más reales.
La integración entre las personas y la tecnología cada día “da pasos agigantados”, explica Roberto Vallejo, coordinador administrativo de Quinto Pilar, grupo dedicado a la difusión
de la ciencia.
Una evidencia de la evolución, agrega, es la capacidad de almacenamiento de los dispositivos. Hace solamente 10 años la información se almacenaba en un disquete con capacidad de hasta 4 megas. Ahora, los datos se guardan en tarjetas micro SD, con memoria de hasta 250 gigabytes.
En 10 años más, posiblemente estos dispositivos ya estarán integrados a la biología de los seres humanos, que significará el siguiente punto de la evolución, sostiene Vallejo.
Pero en la actualidad ya existen personas fusionadas con la tecnología, como Neil Harbisson, quien es conocido como el primer ‘cyborg’ del mundo.
Al nacer con un problema que no le permitía ver los colores, creó un mecanismo para implantarse una antena en su cráneo que le permite escuchar cada tonalidad.
A través de una cámara web instalada en uno de los extremos de la antena, los colores se convierten en 360 ondas de sonidos diferentes que Harbisson escucha a través de los audífonos.
Según Vallejo, desde el siglo XIX, la expectativa de vida de las personas se ha incrementado gracias a los avances de la ciencia y de la medicina, y su relación con la tecnología.
Los investigadores han empezado a reproducir células humanas en los laboratorios para crear partes del cuerpo, pero diseñar órganos humanos completos, que estén listos para trasplantes quirúrgicos, todavía es un reto.
La bioimpresión podrá ser utilizada para pruebas de vacunas o medicamentos que revelen resultados más precisos, que los experimentos que se hacen en animales. Esto con la ayuda de las más modernas impresoras 3D.
Para Vallejo esta es una técnica que en el presente puede sonar inaccesible, pero que ya está sucediendo y que en el futuro se va a masificar en respuesta de las exigencias de los seres humanos.
Para otras tareas, como levantar objetos pesados, también se presentó un prototipo de esqueleto robótico.
El aparato funciona como un ‘transformer’ ya que la persona se introduce en él y logra levantar 50 kilos con cada una de sus pinzas. Este dispositivo, que fue creado por ingenieros del Laboratorio de Robótica Perceptual de la Escuela Técnica Superior Santa Anna en Pisa, Italia, tiene como objetivo ayudar a los humanos en tareas de construcción.
En contexto
La primera prótesis robótica doble fue creada por científicos y cirujanos de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (EE.UU). Estas logran sustituir completamente ambos brazos, incluyendo los codos, y son manejadas directamente con el pensamiento.