Ann Hodges sujetando el meteorito que atravesó su casa y le golpeó en la cadera. Foto: Museo Universidad del Alabama
¿Cuál es la posibilidad de que un meteorito te golpee en su aterrizaje en la Tierra? Según el astrónomo Michael Reynolds de National Geographic, hay más chances de ser alcanzado por otros fenómenos como un rayo, un huracán y un tornado o todo juntos.
Sin embargo, existe una mujer a la que un meteorito la golpeó fuertemente y le cambió la vida para siempre. Se trata de Ann Hodges de 31 años de edad que fue alcanzada por una de estas rocas en su cuerpo.
La BBC recoge que Hodges se encontraba tomando una siesta en su casa de Alabama, en EE.UU., el 30 de noviembre de 1954 cuando un suceso fortuito la hizo despertar rápidamente. El dolor de un fuerte golpe en la cadera la levantó y cuando logró abrir los ojos se encontró con su casa en escombros y humo por todo lado.
La radio que tenía cerca resultó destruida por el golpe de la roca que luego rebotó sobre el cuerpo de la mujer. En casa se encontraba su madre que también se había llevado un gran susto.
Al examinar la vivienda hallaron un hueco en una esquina del techo que fue provocado por el paso del meteorito que cayó sobre Hodges. La madre e hija vieron a la roca negra del tamaño de un melón y llamaron a la policía y a los bomberos; ellos a su vez pidieron a un geólogo que trabajaba para el Gobierno que acuda hasta la casa para que identifique de donde viene la piedra.
El experto dijo que se trataba de un meteorito y las autoridades de la época enviaron el objeto a la Fuerza Aérea para que descarten que se tratase de algún complot soviético ya que se atravesaba la Guerra Fría. La roca tenía un peso de 3,7 kilos y correspondía a la mitad de un meteorito que se partió al golpear con la atmósfera.
Luego de haber examinado la roca, esta debía ser devuelta a los dueños y allí se armó un litigio legal. Ann Hodges junto con su esposo arrendaban la casa en la que vivían, la dueña era una mujer llamada Birdie Guy.
Ella creía que la roca espacial le pertenecía por haber atravesado el techo de su casa y Hodges decía que el meteorito era suyo porque fue a ella a quien la golpeó. Sin embago, luego de un proceso con la justicia se determinó que Guy era la dueña de la roca, pero esta terminó aceptando USD 500 a cambio de la misma. Los Hudges la compraron.
A la mujer golpeada por el meteorito se le metió en la cabeza la idea de que la roca espacial era suya porque Dios se la había enviado. No pasó mucho tiempo para que recibieran una oferta del museo Smithsonian para comprar la roca.
Eugene, el esposo de la mujer rechazó la oferta porque pensó que su valor podría incrementarse ya que el proyectil caído del cielo se había vuelto muy famoso al igual que ellos, pero eso no duraría.
Al final nadie más mostró interés por comprar la roca y esta fue donada por los Hodges al museo de Historia Natural de Alabama, menciona la BBC. La pareja se divorció en 1964, una insuficiencia renal hizo que la mujer fuera internada en una clínica, en 1972 falleció.
Según su exmarido, ella nunca se recuperó de todo lo que desató la ‘suerte’ que tuvo por ser golpeada por un meteorito.