La ventilación es necesaria en todos los espacios cerrados para prevenir el contagio de covid-19. Foto: Pixabay
La ventilación de los espacios cerrados es una necesidad imperativa para evitar el contagio del SARS-CoV-2 y sus diferentes variantes. Hacer que el aire circule con frecuencia en casas, oficinas, vehículos y locales comerciales podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La frase anterior podría resultar alarmista, pero es real. Los aerosoles que emite una persona al hablar, exhalar, estornudar o toser permanecen en el aire que es respirado a su vez por la gente que se encuentra en la misma habitación. Estos pueden estar cargados de covid-19 y quien lo respire sin duda se contagiará.
Es por eso que la ventilación constante en los espacios cerrados es clave para controlar la pandemia que afecta al mundo desde noviembre del 2019.
José Luis Jiménez, docente de Química de la Universidad de Colorado Boulder, EE.UU., considera que luego de más de un año de pandemia a la gente que cuesta reconocer que el covid–19 se transmite por aire, según recoge Infobae en su portal.
Si las personas tomaran conciencia de lo dicho por Jiménez la historia sería otra. Los buses permanecerían con las ventanas abiertas, las oficinas tendrían sistemas de ventilación y en los hogares también habría la necesidad permanente de hacer que circule el aire.
El problema se da cuando una persona asintomática se reúne con otras, sin barbijos y en un lugar cerrado. A alguien sin síntomas se lo considera sano, entonces el resto cree que está a salvo al permanecer junto a él o ella, pero los aerosoles que expide están contaminados y la trasmisión de covid–19 es inminente.
Los sistemas de ventilación serían la opción en espacios cerrados como oficinas y locales comerciales. Foto: Pixabay
Por este motivo, los expertos sostienen que al aire libre la exposición al virus es menor porque el aire se renueva naturalmente. Sin embargo, la mascarilla y mantener al menos dos metros de distancia es indispensable en lugares abiertos o cerrados.
El profesor Jímenez fue uno de los científicos que, cuando se descubrió el virus, recomendó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la necesidad de considerar que el covid–19 también se transmitía por aire.
Él señala que desde 1940 se sabe que la ventilación funciona muy bien para la prevención de diferentes enfermedades como la tuberculosis.
Abrir ventanas para que se renueve el aire es algo que se debe hacer tanto con personas del núcleo familiar como con desconocidos. La evidencia científica señala que mientras más ventilación exista, menos casos positivos de covid–19 se registrarán.