Lewis Hamilton celebra su victoria en Alemania el 31 de julio del 2016. Foto: Sascha Schuermann/ AFP
El Gran Premio de Alemania, duodécima fecha del Campeonato Mundial de Fórmula 1, volvió al calendario de la máxima categoría tras un año de ausencia.
El circuito de Hockenheim fue el escenario para una nueva victoria de Lewis Hamilton con su Mercedes, mientras que su coequipero y rival por el título Nico Rosberg solo pudo terminar en cuarto puesto. ¿Qué más que halagos se puede decir de un Lewis Hamilton intratable? El británico fue simplemente magistral para llevarse su victoria número 49 en F1, la sexta en este año (una más que Rosberg) y la cuarta de manera consecutiva, luego de un inicio de temporada titubeante en el que pareció que seguía festejando el tricampeonato obtenido el año anterior.
Rosberg, mientras tanto, apilaba cuatro victorias al hilo en el arranque del torneo. Pero ahora está claro que Hamilton está de vuelta con todo, concentrado y enfocado en lo que puede ser su cuarta corona mundial al final del año.
Nico, por el contrario, con el transcurrir de las carreras parece desestabilizarse más frente a un Hamilton imperturbable. De hecho, el domingo pasado aparentemente “la mesa estaba servida” para que Rosberg se llevara la victoria y redujera prácticamente a cero los seis puntos de ventaja que Hamilton le llevaba, pero ahora la diferencia aumentó a 19 unidades.
El alemán corría frente a su público y, luego de lograr la ‘pole position’ en clasificaciones, insisto, todo parecía estar planteado para que Nico brillara corriendo en casa.
No obstante, cuando se apagaron los semáforos, al igual que en Hungría una semana atrás, Rosberg falló de nuevo en el arranque, hizo patinar demasiado sus neumáticos y no solo se vio -otra vez- superado por Hamilton, sino también por los dos Red Bull de Max Verstappen y Daniel Ricciardo.
Si bien el piloto de Mercedes después pudo recuperarse hasta el segundo puesto, la maniobra para adelantar a Verstappen fue considerada por los comisarios como ilegal, al haber “supuestamente” desplazado al holandés fuera de la pista para lograr su objetivo. Aquello le valió una penalización de cinco segundos detenido en ‘pits’.
La decisión de los comisarios fue muy polémica, ya que esas maniobras se han visto una y otra vez en el pasado sin que hayan sido sancionadas, por lo que sorprende que esta vez sí se la haya penalizado.
A mi entender, sucede que Rosberg es un piloto tan correcto dentro y fuera de la pista que cuando procede en una maniobra al límite del reglamento, la realiza de manera tan obvia que inmediatamente queda en evidencia.
Lo mismo le pasó en Austria cuando quiso empujar a Hamilton fuera de la pista. Le faltó suspicacia, sutileza, algo que Lewis, por su parte, domina y por eso nunca “se deja” sancionar.
Además, Verstappen ya debe saber que si se queda rueda a rueda por la parte externa de una curva, su rival, sin duda, le va a echar fuera del asfalto. Así entonces, ¿para qué intentarlo? Nico ya acumula tres sanciones en los últimos cuatro grandes premios y le queda difícil ser campeón al final del año.
Después de Hamilton, Ricciardo (segundo) y Verstappen (tercero), fueron los grandes triunfadores de la jornada. Primero porque lograron imponerse a uno de los Mercedes (el de Rosberg) y además porque ambos recibieron la bandera a cuadros a menos de 10 segundos del ganador.
El ritmo de carrera de los autos austríacos fue excelente y en constante progresión, tanto así que sobre el asfalto del circuito alemán los Ferrari de Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen simplemente no pudieron seguir el paso de sus rivales de Red Bull.
En los últimos tres grandes premios, Red Bull empezó a superar a Ferrari en clasificación, pero en carrera el ritmo de competencia de los autos de Maranello volvía a ser mejor, siendo Kimi y Sebastian más rápidos. Pero el domingo pasado en Hockenheim, Ricciardo y Verstappen fueron inalcanzables para los autos italianos en carrera.
El hecho de que, a medida que avanza la temporada, los Ferrari se empiezan a quedar rezagados en el desarrollo de sus bólidos frente a la competencia, no es nuevo. Esto ya les ha sucedido en el pasado, sino que lo diga Fernando Alonso, quien al irse de vacaciones en el verano del 2012 como líder del campeonato con 47 puntos de ventaja sobre el segundo, regresó para perder el título al final de la temporada frente a Vettel, tras una sensacional segunda parte del año del piloto alemán y su Red Bull.
En Alemania, Ferrari estuvo muy lejos del ritmo de Mercedes y también del de Red Bull. Esto significó que el equipo liderado por Fabrizzio Arrivabene se fuera a la para veraniega ya no ocupando el segundo lugar en lo que al campeonato de constructores se refiere, sino el tercero con 242 puntos, 14 menos que su rival de Austria.