Lewis Hamilton supo sacar provecho de las dificultades de sus adversarios.
La séptima fecha válida del Mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Canadá, se disputó en el siempre complicado circuito Gilles Villeneuve,que tanto castiga a los frenos y condiciona el consumo de combustible de los autos.
Allí, Lewis Hamilton triunfó por segunda vez consecutiva, mientras que Ferrari volvió a perder una gran oportunidad de victoria debido a sus propios errores estratégicos.Fue la quinta victoria de Lewis en suelo canadiense, en donde ganó su primer Gran Premio de F1 en el 2007. Con esto sumó 45 triunfos en la máxima categoría, al tiempo que Mercedes consiguió su victoria número 51 y ya supera por una a Red Bull.
A más de su velocidad, talento, sangre fría e inteligencia, sobre el asfalto canadiense el británico administró de manera impecable su primer y segundo juegos de neumáticos (ultrablandos y blandos, en ese orden). Gracias a ello se detuvo una sola vez en ‘pits’, a diferencia de los Ferrari y los Red Bull, sus más cercanos rivales, que optaron por parar dos veces.
Ferrari volvió a equivocarse en la estrategia de ‘pits’ y dejó escapar la victoria en Canadá.
Por su parte, el todavía líder del campeonato, el alemán Nico Rosberg, volvió a tener una carrera muy difícil que se complicó desde el mismo arranque. Ambos Mercedes nuevamente se tocaron entre sí al llegar a la primera curva y Hamilton no jugó del todo limpio en ese mano a mano, ya que entraron a la curva uno junto al otro, pero Lewis no cedió espacio y golpeó levemente a su compañero hasta sacarlo de la pista.
Rosberg cayó hasta la décima posición y apenas pudo recuperar cinco puestos para terminar quinto, no sin antes sufrir un par de despistes, un pinchazo que le obligó a regresar a ‘pits’ y un trompo en la última vuelta, cuando no pudo pasar a Max Verstappen, quien se defendió de sus ataques de manera brillante.
Así, entonces, Hamilton sumó 25 nuevos puntos y Rosberg apenas 10, con lo cual la diferencia entre los pilotos de Mercedes se redujo de 24 a 9 puntos, cuando aún faltan 14 carreras.
Por el lado de Ferrari, las cosas siguen sin salirle bien y en Canadá no fue la excepción. Y es que la presión que sufre la escudería italiana es terrible y eso se refleja en las malas decisiones y en los resultados en pista.
Tras la gran arrancada de Vettel, que de tercero saltó a la punta al llegar a la primera curva, superando a los dos Mercedes, parecía tener todo a su favor para, por fin, dar a los ansiosos ‘tifosi’ su primera victoria del año.
Pero con el abandono del McLaren de Jenson Button, que activó al auto de seguridad virtual y obligó a los pilotos a mantener una velocidad baja máxima en pista, los estrategas de Ferrari llamaron a ‘pits’ tanto a Vettel como a Kimi Raikkonen para montar llantas frescas prematuramente, y ello implicaba una segunda detención posterior.
Fue una decisión arriesgada que evidentemente no fue la correcta, porque estaba claro que con los compuestos de neumático que actualmente ofrece Pirelli, la mejor -y quizás única- estrategia válida en Canadá era una sola parada para cambiar neumáticos.
Ferrari quiso aprovechar la activación del auto de seguridad virtual para garantizarles a sus pilotos caucho fresco durante toda la carrera, sin perder mucho tiempo en esa primera entrada, pero, una vez más, la estrategia no resultó. Los ingenieros italianos volvieron a intentar algo diferente, pero se volvieron a equivocar.
Con ello, Vettel llegó apenas segundo pese a su gran ritmo de carrera. Quedó claro que Ferrari sí tiene un auto para ganar pero las estrategias de carrera no le acompañan. Un deslucido Raikkonen apenas acabó sexto en un circuito que definitivamente no le cae bien al veterano finlandés.
Williams volvió a aparecer, a los tiempos, al menos con Valtteri Bottas, ya que Felipe Massa debió abandonar por un fallo en el motor.
Un Williams que en Canadá traccionó muy bien a la salida de las curvas, a más de su ya conocida excelente velocidad de punta, y
que se benefició de su única detención en ‘pits’, en la que superó a Rosberg, a Raikkonen y a los pilotos de Red Bull.
Ellos, por su parte, se detuvieron dos veces a cambiar neumáticos pese a su estrategia de una sola detención. Nuevamente fueron muy rápidos en pista, pero esta vez tanto Verstappen como Daniel Ricciardo experimentaron un excesivo castigo de neumáticos que les privó de llegar al podio con el joven y virtuoso piloto holandés.