Editor deportivo
Twitter: @titorosalescox
Francisco Egas fue valiente al admitir que la Federación Ecuatoriana atraviesa una crisis económica y moral. Eso refleja la forma cómo se dirigió esa organización en los últimos 20 años.
Deudas y pasivos que superan los USD 10 millones, acumulados por los excesos y la burocracia en la que se administraba la FEF, en los periodos que dirigieron Luis Chiriboga y Carlos Villacís, en la que los vocales de esos directorios fueron cómplices porque jamás impulsaron investigaciones para conocer el uso que se le destinaba el dinero que se generaba.
Una muestra de ese deterioro institucional es que había dirigentes que solicitaban viáticos exagerados y otros usaban los hoteles, aún viviendo en Guayaquil.
La crisis de la Tri es un apéndice de lo que realmente sucede en la FEF. Por eso es necesario que Egas y su directorio le den un giro, refunden esa organización que ha funcionado como si estuviéramos en los años cuarenta, sin esquemas ni organigramas en lo administrativo y deportivo. Una muestra es que no existe una sinergia entre las selecciones de las categorías 15, 17, 20 y mayor, que funcionan casi individualmente. Aquí se requiere de un departamento metodológico, como tienen otros países, como uno de los primeros propósitos.
Y en lo que corresponde a Hernán ‘Bolillo’ Gómez es inevitable su permanencia porque no encaja en el plan que Egas implementará en la Federación.