La revisión técnica anual puede ser un dolor de cabeza si no lleva un control mecánico regular de su vehículo. Los gases, neumáticos, faros, el sistema de frenos o los daños en los cinturones de seguridad son fallas comunes que detectan los expertos en los seis centros de revisión que funcionan en Quito.
Por lo general, estas averías no son graves y su solución es rápida. Los técnicos recomiendan a los usuarios no “desesperarse” si su carro no pasa la prueba la primera vez, pues hay otros tres chequeos antes de que la Agencia Metropolitana de Tránsito impida la circulación.
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Los datos de la entidad refieren que 429 vehículos no recibieron los permisos para circular en el 2013, de un total de 396 361 automotores. Es decir, el 0,1 % presentó fallas mecánicas importantes en los procesos de revisión. Los técnicos califican los defectos de los vehículos según el nivel de peligrosidad: el tipo 1 no involucra un riesgo inminente; el tipo 2 es peligro potencial y el tipo 3 requiere correcciones urgentes.
Santiago Tapia, supervisor del Centro de Revisión de Guajaló, explica que el valor del primer y cuarto chequeo es de USD 26,69 para vehículos livianos. La segunda revisión no tiene costo si se realiza hasta 30 días después de la primera. La tercera cuesta USD 13,34.
Es la principal causa por la que los técnicos suspenden el permiso de circulación. Cuando hay presencia de humo gris o negro es necesario una afinación al motor y calibrar las válvulas, el sistema de inyección del combustible o el carburador.
El humo blanco puede revelar fugas por deterioro de los empaques o contaminación del combustible con agua.
Los técnicos rechazan la revisión cuando hay humo azul.
Los neumáticos lisos, el exceso de velocidad y la calzada mojada son un coctel de riesgo en época de lluvias. Las llantas sin el suficiente labrado (dibujo de los cauchos) pierden adherencia a la superficie de la vía y se producen derrapes sin control.
Las ruedas en buen estado ayudan a evacuar el agua y, por tanto, hay mejor agarre al asfalto. Además, las llantas deterioradas provocan fallos en el sistema de frenos y en la suspensión.
- Las señales o faros dañados
Los técnicos advierten que muchos vehículos tienen desalineados los faros delanteros. Este fallo provoca una deficiente visibilidad del conductor en las noches. La solución para corregir este problema es acudir a un experto en electricidad automotriz. La alineación de las luces no tarda más de 15 minutos y su precio oscila entre USD 3 y 8. Cuando los faros están opacos lo recomendable es pulirlos o cambiarlos por unos nuevos.
El cinturón de seguridad es un accesorio imprescindible para evitar accidentes de tránsito. Los expertos aseguran que, si la correa está deshilada o los broches rotos, no existe protección alguna en caso de un siniestro. Los técnicos revisan los cinturones delanteros y posteriores del automotor.
El cambio de los cinturones de seguridad puede variar según las marcas, pero, en promedio, su costo oscila entre USD 80 y USD 150.
- Problemas en la dirección
La conducción puede ser un dolor de cabeza cuando las ruedas no están alineadas correctamente. Este problema es usual y ocasiona inestabilidad cuando el automotor recorre a más de 60 km/h. Una de las alertas es que el volante vibra. Por esta falla, los neumáticos también tienden a desgastarse en zonas específicas. La solución es balancear y alinear los neumáticos. El precio puede variar entre USD 25 y 30 si es que no hay daños en la dirección.
Según los técnicos, un fallo común en el sistema de frenos de los vehículos es que existan desequilibrios de frenado en un determinado eje. En otras palabras, una rueda frena más que otra. Esto ocurre principalmente en los frenos de tambor.
Para corregir este problema lo recomendable es dar un mantenimiento correctivo al sistema de frenos: cambiar pastillas, zapatas y revisar los pistones y el líquido de frenos.
Las placas ilegibles, deterioradas o inexistentes son la séptima falla común. La solución es solicitar el duplicado en los propios centros de matriculación, cuando se trata de automotores usados. En el caso de autos nuevos no se podrá solicitar la placa en los centros, pues la Ley de Tránsito establece que la concesionaria tiene que entregar el vehículo matriculado; este es un requisito antes de requerir la placa por primera vez.
Un parabrisas trizado puede resultar peligroso en caso de un accidente de tránsito, pues la capacidad de resistencia ya no es la misma y el vidrio puede estallar fácilmente. Hay vehículos que tienen el parabrisas con golpes pequeños (picados) y no son un peligro para los ocupantes. En estos casos, los técnicos lo catalogan como una defecto ‘TIP 2‘. En el país hay locales especializados en pulir parabrisas y corregir los picados.