Desde el pasado martes 17 de marzo del 2020 rige la restricción de movilidad en Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Ante la emergencia sanitaria y la proximidad de la reinserción de las actividades post cuarentena, la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros del Distrito Metropolitano de Quito mantuvo reuniones de trabajo con las autoridades municipales responsables de la transportación urbana.
Sin embargo, el gremio califica como “nulos” los resultados alcanzados hasta el momento, puesto que considera que “no hubo mínima apertura” hacia sus planteamientos.
“Solicitamos al alcalde Jorge Yunda y, por su intermedio, a las autoridades y funcionarios municipales la implementación del Plan de Reinserción de Actividades en condiciones de seguridad sanitaria para los usuarios, operadores y todo el personal operativo, evitando el contagio del covid-19. Y, sobre todo, garantizando la operación regular con distanciamiento social y el soporte económico para el mantenimiento del servicio”, manifiesta la Cámara en un comunicado.
El texto detalla que en las reuniones sostenidas con el Secretario de Movilidad del Distrito y su equipo técnico se estableció la necesidad de mantener la sanitización permanente del sistema de transporte, tanto en unidades como en estaciones y paradas. Esta medida tiene un costo aproximado de USD 600 mensuales por unidad.
Sobre la decisión de la Comisión de Movilidad del Distrito Metropolitano de establecer la prestación del servicio únicamente con la modalidad de usuarios sentados, el gremio indica que eso provocará una pérdida de USD 3 500 mensuales por cada unidad. “Por ello es urgente que las autoridades municipales encuentren una solución a este problema”, subraya.
Añade que “los operadores privados conscientes y consecuentes con la realidad que vivimos, estamos dispuestos a contribuir con la ciudad en este proceso de reinserción a las actividades. Sin embargo, es necesario el apoyo económico de la Municipalidad para garantizar la prestación permanente del servicio”.