Agentes de la ATM y la Policía Nacional realizaron ayer controles en las principales avenidas de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Las nuevas medidas para frenar un aumento de los casos de covid-19 en Guayaquil se aplican en medio de reclamos y cambios sobre la marcha. La mañana de ayer (22 de diciembre del 2020) empezaron los operativos en las calles para regular la circulación vehicular, según el último dígito de placa.
Pero poco después se anunciaron modificaciones. La restricción para los vehículos particulares generó críticas desde varios sectores, debido a que podría generar el congestionamiento del sistema de transportación pública y un posible riesgo de contagios.
“Hemos tomado la decisión de flexibilizar la circulación vehicular para los que necesitan movilizarse a sus trabajos, ir a citas médicas o emergencias; estos no serán multados, ni sus vehículos retenidos”, indicó la alcaldesa Cynthia Viteri en un comunicado.
La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) terminó de ajustar ayer su protocolo de control. Su gerente, Vicente Taiano, aseguró que los agentes “serán bastante racionales”, pero recalcó que la circulación sin un motivo justificado se sancionará con la retención del auto por 15 días.
No habrá salvoconductos. Los médicos y abogados podrán movilizarse, sin restricción, portando credenciales, aunque se pidió “no abusar”.
La ATM y la Policía realizan desde ayer operativos en vías como la Perimetral y la avenida De las Américas. También vigilan el cumplimiento del aforo del 50% en buses urbanos y en el sistema Metrovía.
Parte de las restricciones del COE cantonal limitan los horarios de la actividad comercial. La Bahía cierra desde el lunes a las 18:00, y sus aceras y pasillos serán desinfectados tres veces al día para evitar la propagación del coronavirus. Pero eso no ha logrado frenar las aglomeraciones y ayer (22 de diciembre del 2020) se observó mayor desorden y caos.
La vigilancia municipal se extiende a 20 áreas comerciales de la ciudad. Ayer, funcionarios municipales recorrieron cuatro centros comerciales, para verificar las medidas de bioseguridad.
Viteri advirtió la posibilidad de incrementar las clausuras si no se respeta el aforo del 50% en estos comercios. “Si no cumplen con los controles en las puertas nos veremos en la obligación de cerrar el centro comercial entero”. La atención se limitó hasta las 20:00.
Las restricciones de horarios y movilidad generaron el rechazo de los sectores productivos. Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, aseguró que causarán una caída del 22% en las ventas de diciembre.
“Para evitar las aglomeraciones, lo lógico es ampliar el tiempo en que los ciudadanos puedan comprar. Si le quitamos seis horas al día estamos apretando a los ecuatorianos en lapsos más reducidos. Volveremos a ver las colas en supermercados y comercios”.
La ampliación de horarios, hasta la madrugada, fue aprobada semanas atrás. Pero el fin de semana el flujo de compradores se desbordó en la urbe.