Parte de la flota que compró Emaseo a Recobaq ya está trabajando en la ciudad. Foto: Archivo EL COMERCIO
A USD 7 000 diarios asciende la multa que el consorcio Recobaq deberá pagar por los ocho recolectores de basura de carga lateral que debía entregar entre diciembre de 2018 y enero de 2019.
Paúl Luzuriaga, gerente de Operaciones de Emaseo, explica que ese monto se establece según los términos del contrato. La multa es del uno por mil del valor de cada vehículo no entregado, hasta el décimo día de atraso. A partir del día 11, el valor es del dos por mil.
Cuatro recolectores nuevos de carga lateral debían llegar en diciembre y los otros cuatro, en enero. El segundo grupo, en principio, debía ser de recolectores de Emaseo, reparados por el consorcio. Sin embargo, este decidió finalmente que entregaría nuevos, por el mismo valor del contrato.
Luzuriaga subraya que las demoras no afectan la recolección de basura, como mencionaron miembros del Comité de Empresa de Emaseo, que el miércoles reclamaron frente al Municipio por la demora de Recobaq. El funcionario explicó que la firma adaptó un sistema de volteo hidráulico y montacargas a recolectores de carga posterior para que las rutas no se compliquen. Los costos para operar con este sistema provisional, dijo Luzuriaga, van por cuenta de Recobaq.
De los 54 carros nuevos que debía entregar Recobaq (incluidos 14 que en un inicio iban a ser repotenciados) la empresa que recoge la basura de la ciudad ha recibido 28, que ya se encuentran operando en varios sectores.
Los miembros del Comité de Empresa consideran que este sistema no es seguro y afirman que ya ha habido accidentes. Y agregan que los camiones que Recobaq entregó a tiempo no son aptos para la ciudad y tienen problemas de frenado en las cuestas de barrios como Toctiuco. Para Luzuriaga, la manifestación fue politizada y afirmó que no se van a prestar para una situación de ese tipo.
Él explicó que hace dos semanas hubo una reunión entre directivos de Emaseo, técnicos de la empresa y de Recobaq con conductores. Allí se resolvió hacer rutas de inspección para saber cuáles son los problemas que podrían presentar los nuevos camiones.
Según Luzuriaga, tras esas pruebas los conductores suscribieron actas de inspección, en las reconocen que no hay inconvenientes con el frenado.
Luego se volvieron a reunir la semana pasada y concluyeron que el problema era que los conductores estaban acostumbrados a trabajar con vehículos mecánicos por 20 años y solían trabarlos con marcha en las bajadas, lo cual afectaba a las cajas de cambios. Ahora pasaron por un tiempo de adaptación para aprender los nuevos sistemas de los camiones automáticos, pero Luzuriaga negó que eso significara que haya problemas de frenos.