Yachaks, guardianes de los saberes del mundo andino

Baño ritual en la laguna del Quilotoa ubicada en la provincia de Cotopaxi. Foto: Cortesía Universidad San Francisco de Quito.

Baño ritual en la laguna del Quilotoa ubicada en la provincia de Cotopaxi. Foto: Cortesía Universidad San Francisco de Quito.

Baño ritual en la laguna del Quilotoa ubicada en la provincia de Cotopaxi. Foto: Cortesía Universidad San Francisco de Quito.

Los Yachaks son una de las 13 comunidades de fe que están en el Distrito Metropolitano de Quito y que forman parte de ‘Diversidades espirituales y religiosas en Quito, Ecuador’, el libro publicado por la editorial de la Universidad San Francisco de Quito.

En esta investigación interdisciplinar, de corte etnográfico, también se incluyó a comunidades como laIglesia Ortodoxa Católica, la Comunidad Musulmana, la Comunidad Judía, la Comunidad Yoga Kundalini y la Comuna San Bartolomé de Lumbisí. El objetivo fue mostrar la diversidad de las prácticas religiosas más allá del catolicismo.

En la investigación, realizada por Belén Arellano,losyachaks -sanadores y guías espirituales- de las comunidades andinas están representados por Leonardo Arias y Guillermo Núñez, cuyos conocimientos vienen de distintos pueblos y tradiciones.

Arias es presidente de la Asociación de Yachaks de Pichincha, que en la actualidad está conformada por más de 60 integrantes. Arellano cuenta que el origen de los saberes de este yachak provienen de las mamas y taitas. Uno de ellos es el taita yachak Manuel Simbaña de Otavalo.

Por su parte, Núñez, dedicado a realizar prácticas de medicina ancestral andina en un centro ceremonial ubicado en Puembo, recibió el conocimiento de Hilario Chiriap uwishin de la nación shuar; de Adolfo Chiriboga-WayraYaku, taita curandero del Camino Rojo; y de Arturo Chiriboga-Tepektiahui.

Como parte de su trabajo etnográfico, Arellano fue parte de varias ceremonias medicinales o de purificación, donde los conocimientos ancestrales fueron los protagonistas. Una de esas ceremonias fue el ritual que se realizó en la laguna del Quilotoa, en Cotopaxi.

Arellano cuenta que en el caso específico del baño ritual, “el yachak indicó a uno de los participantes que entregue un objeto personal y significativo al espíritu de la laguna a manera de recontribución de la limpieza. Esta fue una prueba de que, en la cultura andina, la vida es parte de un intercambio, lo que genera un orden y equilibrio en el entorno.

Una de las conclusiones que se lanzan en esta investigación es que la cosmovisión y espiritualidad andina y, sobre todo, el conocimiento de los yachaks andinos, es que están atravesados por un fuerte sincretismo. “Si bien es cierto que sus tradiciones son milenarias, estas se acoplan a las circunstancias y a la gente que ha encontrado en estas formas una alternativa en la búsqueda de su propia sanación y su camino espiritual”. Es un camino que está acompañado por el conocimiento y uso medicinal que tienen de las plantas.
Como parte del proyecto también se creó la página espiritualidadesquito.com.

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