Un grupo de waorani hizo un baile tradicional en la inauguración de la muestra. Foto: Cortesía Museo Arqueológico y Centro Cultural de Orellana
Se dice que cuando un waorani muere, después de ser enterrado renace como un tigre cachorro. Esta es una de las creencias de la nacionalidad amazónica que se podrán conocer en la exposición ‘Wao Onowoka, Espíritu Waorani’, que está en la Sala de exposiciones temporales del Museo Arqueológico y Centro Cultural de Orellana (Macco), en el Coca, Orellana.
Esta muestra es contada a partir de la visión de los waorani y no antropológica, de acuerdo con Álvaro Gundín, jefe de patrimonio y de museo del Macco. La iniciativa nació en la Fundación Alejandro Labaka, que hace trabajo social y cultural con los pueblos amazónicos. La propuesta inicial fue que se trate temas cercanos, relacionados a la forma de vida, costumbres y tradiciones.
El trabajo para la conceptualización arrancó con una convivencia de dos días entre 20 personas waorani, de la Fundación Labaka y del Macco. “Queríamos que sepan que en Orellana hay waos y que nos valoren”, dice Yolanda Omaca, trabajadora social y experta en medicina ancestral.
De este encuentro salieron los principales aspectos que representan la forma de vida de este grupo, cuyo territorio está entre los ríos Napo y el Curaray: el hogar, cacería, guerra, artesanía, boda y mitología. Además, se debatieron dos ejes que tienen que ver con la realidad actual: la vida en la ciudad y el petróleo.
Omaca cuenta que uno de los elementos esenciales del hogar es el conocimiento de las plantas utilitarias y medicinales. Con la caña guadúa, por ejemplo, se puede hacer una filosa tijera para cortar el cordón umbilical de los bebés. También indicó que para curar la fiebre de los niños se usa la pepa tierna de ungurahua.
En cuanto a los problemas contemporáneos que atraviesan los pueblos amazónicos, Omaca indica que con las petroleras también ha llegado “el dinero fácil, el alcohol y la droga”. También se han presentado problemas territoriales, de salud y de contaminación.
Gundín ve de forma positiva estas muestras pues ayudan a visibilizar culturas que la población mestiza no conoce.