Los ciclistas van acompañados de carros de abastecimiento durante sus recorridos. Foto: Cortesía
Recorridos que detallen la cultura nativa y su entorno natural, bajo un concepto de uso responsable del plástico sin generar basura en los sitios que visitan, es la principal motivación de los representantes del colectivo Andando en Bici Carajo para diseñar nuevos circuitos turísticos en el país.
Esta agrupación, que inició hace más de una década sus actividades, se vio muy afectada por la muerte de Sebastián Muñoz en el 2013, luego de un atropellamiento.
La inclusión de Carlos Gallegos, Gandy Zurita y Katherine Herrera hizo que el colectivo retome su actividad a través de circuitos turísticos en destinos lejanos a Quito.
En el feriado de Carnaval de este año exploraron un recorrido dentro de la Reserva Marina Galeras-San Francisco, en Esmeraldas. La ruta incluyó a destinos como Galerita, Caimito y Estero de Plátano, lugares donde habitan especies como el delfín nariz de botella, el delfín manchado, tiburones tintoreras de punta blanca, langostas, entre otras.
Para el feriado de este 24 de mayo diseñaron un circuito de tres días junto con el pueblo kichwa de Rukullacta, quienes activaron el turismo vivencial dentro de 42 000 ha. El objetivo es convertir a este sector cercano al río Hollín en un corredor ecológico que explore el Alto Napo, donde la creencia popular menciona que surgió la guayusa para luego difundirse por toda la región.
Esta ruta tuvo que aplazarse para el 9 de agosto, ya que para realizarla se necesitaba de al menos 20 personas inscritas y solamente lo hicieron 14.
68 kilómetros al sur de Archidona, en Puyo, se ofertan cuatro rutas ciclísticas que buscan mostrar la cultura y cosmovisión de las nacionalidades kichwas, shuar, huaorani, zápara, achuar, shiwiar y andoa, que habitan en la provincia de Pastaza.
Ramiro Torres, de Kawsay Ñan Adventures, menciona que los recorridos de 5, 10, 15 y 21 kilómetros, parten desde el barrio Obrero de Puyo, y pasan por la Casa del Árbol, emprendimientos en cerámica ancestral, se aventuran sobre las aguas del río Cotococha, para conocer sobre las estrategias de caza en cada comunidad, cómo confeccionan su ropa, entre otras actividades.
“El circuito incluye degustación de productos tradicionales como el maito de carachama y el maito de tilapia. En algunas comunidades incluso llegan a ofrecer al sahino asado”, añade Torres.
A esta ruta le complementaron otros atractivos como un recorrido sobre el río Puyo en ‘tubing’, la ruta de las siete cascadas, ceremonias ancestrales y venta de artesanías.