Aguacate y yogur | También lleva menta, camarones salteados con ají y manzanilla, pan aromatizado con aceite de oliva y espárragos. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Cuando se habla de sopas, seguramente se piensa en platillos cálidos que, muchas veces, se toman para combatir el frío. Sin embargo, las altas temperaturas de verano han obligado a los comensales a realizar modificaciones y a crear nuevas recetas en torno a ellas.
El principal objetivo de una sopa fría es hidratar, refrescar, alimentar y saciar el hambre de quien la consume. Para lograrlo, se utilizan ingredientes frescos y sus principales componentes son el agua, las legumbres, las hortalizas, las verduras, los vegetales y las frutas.
Por el hecho de ser una preparación completa, que se puede servir como un almuerzo, se añade carne, pollo, mariscos o cualquier producto que funcione como proteína, con el fin de que su valor nutricional sea más elevado.
La combinación de agua y aceite juegan un papel importante para otorgar la textura cremosa que las caracteriza. Se prefiere este tipo de textura y no una líquida debido a que los ingredientes se incorporan y fusionan de mejor manera dentro de una crema.
Zanahoria blanca | A este ingrediente se le combina con papanabo y aceite de oliva. Lleva naranja y cubos de jamón cocido que funcionan como proteína. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Para Carlos Ordóñez, chef de la Universidad de los Hemisferios, entre las sopas frías más conocidas están las españolas, como el gazpacho andaluz que contiene tomate, pepinillo, pimiento, aceite de oliva y frutos secos; y las francesas, como el vichyssoise, que lleva papas y puerro cocidos en fondo de pollo, crema de leche, sal y pimienta. A pesar de ello, el chef busca innovar e introducir diferentes sabores y texturas nacionales para el platillo.
Para ello prepara una sopa tropical. La base es de piña, mango y leche de coco caramelizados y cocinados. Se añade un fondo que puede ser de pollo, carne o vegetales, junto con camarones.
Por su parte, el chef de La Fábrica panadería boutique de autor, Javier Echeverría, realiza una crema de aguacate con yogur natural y menta. La acompaña con pan aromatizado, espárragos blanqueados y camarones.
Francesa vichyssoise | Esta crema es más contundente. Está hecha con papa y puerro cocidos, en fondo de pollo, y lleva crema de leche. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Echevevarría también prepara una sopa de zanahoria blanca, cocinada con papanabo, ingredientes que se licúan con agua y aceite. Coloca gajos de naranja lo que le otorga un ligero dulzor y cubos de jamón como proteína.
Otra opción sencilla de preparar es la crema de sandía con pepinillo aromatizado con infusión de tomillo. Lleva puerros fritos, que le otorgan un toque crocante, huevos de codorniz y aceitunas negras para contrastar sabores.
Los ingredientes que componen una sopa fría pueden mantener cualquier punto de cocción, pero al momento de servir siempre deben mantenerse a bajas temperaturas para cumplir su objetivo: refrescar e hidratar.