A mediados de febrero de 2022, en Ecuador se inició la vacunación contra el covid-19 en menores de tres y cuatro años. Hasta el 17 de julio apenas un 20% de ese grupo etáreo contaba con las dos dosis y un 40% con una sola, según datos del Vacunómetro.
La población estimada en ese grupo de edad es de 663 113 en todo el Ecuador.
La cobertura en niños de 5 a 11 años, en cambio, es más alta y llega al 70% con el esquema de dos vacunas y al 80% con una sola.
En medio de una nueva ola de contagios de covid-19, los especialistas recomiendan completar la inmunización tanto en adultos como en menores.
Al investigador y docente de la Universidad Internacional de Ecuador, Manuel Baldeón, le preocupa los bajos niveles de inmunización contra la enfermedad en el país, especialmente en menores de 3 años.
Señala que el problema con las nuevas subvariantes, como la BA.4 y BA.5, es el alto nivel de transmisibilidad y los niños juegan un papel importante en el contagio. Por ello insiste en la necesidad de que los padres acudan con sus hijos a colocarles el biológico.
Vacunas desde los seis meses
Para que más población esté inmunizada contra el coronavirus, las autoridades sanitarias también analizan su aplicación en menores desde los seis meses.
Francisco Pérez, subsecretario Nacional de Vigilancia de la Salud, señaló el 7 de julio, durante la presentación del informe epidemiológico, que la Comisión Asesora de Prácticas de Inmunización (CAPI) mantiene reuniones semanales y a cada integrante se le entregó documentación con evidencia científica sobre la vacunación.
“En las próximas semanas se definirá si se vacuna o no a este grupo etáreo. Estamos analizando si es óptimo o no y con qué tipo de vacuna”, dijo Pérez.
La inoculación en niños desde los seis meses recientemente fue autorizada en Estados Unidos.
En el país, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas inglés) dieron luz verde y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de emergencia de las vacunas de Pfizer y Moderna en los niños de entre seis meses y 5 años.
Baldeón menciona que es un importante avance especialmente porque ya se cuenta con las investigaciones y pruebas que demuestran la eficacia de la vacuna.
Evidencia científica
El expresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Pediatría, Fernando Aguinaga, recuerda que Estados Unidos es uno de los pocos países que aprobó el uso del biológico y todavía no se ha abierto un debate en la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, sobre la necesidad en este grupo.
“La razón es que si bien hay casos, el número de niños que se complica es menor. Eventualmente sí va a ser una buena idea aplicarla, con más estudios y más evidencia científica al respecto”, agrega.
Por ahora, dice Aguinaga, se debe dar prioridad a grupos vulnerables, como adultos mayores o con enfermedades base, y vacunarlos con las dosis de refuerzo.
También señala que es importante avanzar con la inoculación en niños desde los 3 años en adelante, tener buenos niveles de cobertura y de ahí pensar en la vacuna para los más pequeños.
Para la investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Ruth Jimbo, se trata de un tema que sin duda hay que ponerlo sobre la mesa y se debe analizar el avance de la evidencia científica relacionada con los tipos de biológico que se van a colocar a este grupo poblacional.
“Si bien no son las poblaciones más afectadas, hay que tomar en consideración que sí transmiten mucho la enfermedad”, sostiene la investigadora.
Jimbo coincide con Baldeón y Aguinaga en la necesidad de que los niños desde los 3 años completen la vacunación con dos dosis y la población adulta con los refuerzos para reducir la transmisibilidad del virus.