A partir de las 07:30 de este domingo 1 de agosto del 2021, varias personas acudieron al colegio Benalcázar para recibir la vacuna contra el covid-19.
Bajo un sol radiante se formó una fila en la av. Irlanda, esperando ser inoculados.
En los interiores del Colegio Benalcázar, los militares eran los encargados de la logística.
De forma ordenada, las personas se dirigían hacia tres carpas. En la primera se encontraban trabajadores del Registro Civil. Se tenía previsto inocular a 400 personas pertenecientes a esta institución con la segunda dosis de Pfizer.
En otra de las carpas se encontraban otras personas listas para recibir la segunda dosis de Pfizer.
En la última esperaban ciudadanos que recibieron la primera y segunda vacuna de Sinovac.
Los usuarios dijeron que desde el ingreso a esta institución educativa se mantuvo el orden y la rapidez.
Gabriela Tutillo, de 38 años, recibió la segunda dosis de Pfizer. “Estoy súper feliz por la seguridad no solo mía, sino de mi hija. Yo tengo una hija de 3 años y ahora sé que voy a estar más fuerte para ella; eso me da tranquilidad. Además, la atención es increíble, los militares son muy atentos”.
“Estoy contenta acabo de recibir la segunda dosis de Pfizer. El servicio ha sido muy bueno, no hubo inconvenientes al hacer la fila, fue todo muy rápido”, manifestó Gabriela Fajardo de 35 años.
También ciudadanos extranjeros acudieron a recibir la vacuna contra el covid-19. Es el caso del venezolano David Silva de 42 años. “Voy a recibir la primera dosis de Sinovac, agradezco a Dios que a nosotros los extranjeros también nos vacunen. Yo soy carnicero y con la vacuna me siento más seguro de no contagiarme, porque yo atiendo al público”.
Ailyn Quintero, una mujer venezolana de 32 años, acudió a esta entidad y fue inoculada con la primera dosis de Sinovac. “Yo soy profesora de inglés vía online, no suelo tener mucho contacto con otras personas, pero igual me vacuno para estar más protegida”
Varios jóvenes acudieron a esta entidad para ser vacunados. “Soy cajera en un banco, hasta el momento no me he contagiado pese a que desde que empezó la pandemia he trabajado presencialmente. Acabo de ser vacunada con la primera dosis de Sinovac y ahora me siento más segura”, fue el testimonio de Rebeca Gálvez, de 22 años.
Pablo Velasteguí tiene 23 años y acudió para recibir la primera dosis. “Yo nací en Galápagos, pero ahora trabajo en Quito como asesor comercial y me vacuné, porque será un requisito para poder viajar. Además, me voy a sentir más seguro al trabajar”.