La primera semana de enero del 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó 15 millones de nuevos casos de covid-19 en todo el mundo, el mayor número de contagios notificados en una sola semana desde el inicio de la pandemia.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesu, señaló que el incremento de infecciones por coronavirus lo provocó mayoritariamente la variante Ómicron, que está desplazando con rapidez a la variante Delta.
Pese a este aumento de contagios, dijo, el número de muertes semanales notificadas se mantiene estable desde octubre del año pasado con una media de 48 000 muertes a la semana.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), solo en América las infecciones por covid-19 casi se han duplicado, pasando de 3,4 millones el 1 de enero a 6,1 millones el 8 de enero.
El mayor número de nuevos casos se produjo en los Estados Unidos, mientras que Belice y Panamá registran la mayor incidencia de coronavirus en Centroamérica.
Perú y Brasil también experimentaron un aumento significativo de nuevos casos. En Brasil, por ejemplo, las hospitalizaciones crecieron y en Argentina y Paraguay los contagios experimentaron un ascenso de casi un 300% durante la última semana.
Ecuador también mantiene esta tendencia mundial al incremento de casos: en Navidad había más de 4 000 y en año nuevo 8 000. Mientras que en la primera semana de enero se registraron 15 000 y en la segunda más de 42 000, un incremento de más del 300% respecto a los siete días anteriores.
La aceleración en los contagios se debe, principalmente, a la capacidad de propagación e infección que tiene la variante Ómicron, que es aún más elevada que la de otras mutaciones previas del covid-19, indica la OMS.
Este incremento ha provocado la saturación en los sistemas de salud y las autoridades también han adoptado medidas de restricción para contener los nuevos contagios.
En el caso de Ecuador, en las últimas semanas se ha dado un incremento de hospitalizaciones y la ocupación del número de camas UCI del 84%.
Frente a esta situación, las autoridades establecieron un semáforo de riesgo epidemiológico y colocaron a 193 cantones en luz roja, 26 en amarillo y solo dos en verde.
Las autoridades de Ecuador esperan que tras el pico de contagios haya una baja y posteriormente una estabilización.
Para el epidemiólogo Daniel Simancas, es difícil predecir el comportamiento que va a tener el virus y más aún si en el país no hay datos completos y se hacen pocas pruebas de detección.
Ante la alta positividad en las pruebas que se realizan, alrededor del 60%, el especialista señala que en las dos siguientes semanas se podría alcanzar un pico máximo y luego empezaría un descenso que no se puede saber cuánto va a durar.
De acuerdo con Simancas, se puede tomar como base la tendencia mundial que ha sido de unas cuatro o cinco semanas desde los picos y luego se ha visto un descenso, sin embargo, recalca, no se puede anticipar que vaya a acabar pronto porque cada país tiene su propia inmunidad, porcentaje de infecciones previas, tasas de vacunación diferentes e incluso el comportamiento de la gente y la adopción de medidas de prevención son distintas.
El médico genetista César Paz y Mino explica que no se sabe con certeza cómo se va a comportar esta nueva variante que fue detectada en Sudáfrica en noviembre del año pasado. Dice que hay que esperar. “Normalmente, lo que hemos visto de la experiencia de esta misma enfermedad es que hay picos que luego van bajando porque la gente se va cuidando, porque se adoptan medidas, por las vacunas”.
Paz y Miño menciona que hay análisis matemáticos que indican que después de los picos hay una tendencia a la baja pero, señala, hay que esperar para ver el comportamiento de la curva epidemiológica y ahí analizar el comportamiento.
De su parte, la epidemióloga Andrea Gómez considera que es importante esperar en las dos siguientes semanas el resultado de las acciones que se tomaron en el país para frenar el aumento elevado de contagios y analizar si hay un descenso.
Gómez recuerda que el país ya ha tenido un incremento acelerado de contagios, y la curva epidemiológica empieza a caer, pero insiste en que se debe esperar.
¿Qué pasó en donde se detectó Ómicron?
Ómicron se detectó por primera vez en noviembre de 2021 en Sudáfrica. Allí científicos descubrieron que las personas infectadas con la nueva variante tienen menos probabilidades de ser hospitalizadas y más probabilidades de recuperarse rápidamente.
Aunque no se dispone de datos actualizados sobre la tasa hospitalaria per cápita de pacientes con covid-19, muchos hospitales sudafricanos informaron que el número fue significativamente menor que durante olas anteriores de la pandemia, indica la BBC.
Por ejemplo, el hospital universitario Steve Biko, de la ciudad de Tshwane, informó al International Journal of Infectious Diseases que el número de pacientes infectados era aproximadamente la mitad del registrado antes de mediados de noviembre.
El medio señala que los investigadores creen que las oleadas anteriores de la enfermedad en el país y la tasa de vacunación relativamente baja significaron que muchos residentes probablemente ya habían estado expuestos y habían desarrollado cierto nivel de inmunidad frente al virus.