El juez consideró que en este caso no se podía argumentar la posibilidad de tráfico de órganos, si no un vínculo afectivo, altruista, y solidario. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
El aplauso y el grito de alegría fueron eufóricos. Así reaccionó Daniela Peralta la tarde de este 24 de abril al escuchar al juez Jackson Ovalle aceptar la acción de protección que ella interpusiera ante la Defensoría del Pueblo, para donar uno de sus riñones a su cuñada Susy Peralta.
Pasadas las 17:00 de este viernes 24 de abril del 2015, el juez explicó que luego de escuchar, en audiencia, los argumentos de los abogados de la Defensoría del Pueblo y del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot), era necesario hacer algunas consideraciones.
Si bien la Ley sobre el tema permite las donaciones únicamente a familiares hasta cuarto grado de consanguinidad y primero de afinidad (cónyuge), el concepto de familia, según el Código Civil, incluye el ámbito jurídico (familia política) y privilegia la igualdad de derechos y de oportunidades entre sus integrantes. En ese caso, Peralta e Hinojosa son familiares en segundo grado de afinidad.
El próximo 30 de abril Susy cumplirá 10 años de matrimonio con Marcelo Peralta, hermano de Daniela. Por eso, el juez consideró que no se podía argumentar la posibilidad de tráfico de órganos en este caso, si no un vínculo afectivo, altruista, voluntario y solidario.
Cuando el juez pidió unos minutos para tomar una determinación, luego de haber escuchado por casi dos horas a las partes y de haber recibido el testimonio del médico tratante Fernando Jiménez y de su colega Jorge Huertas, Daniela le dio dos besos en el rostro a Susy y la abrazó con fuerza.
Daniela y otros miembros de su familia tenían camisetas en donde se leía el lema de la campaña #yotengoderechoadonar y Susy, #yotengoderechoavivir.
Para Daniela, este día era importante, no solo por la posibilidad de ayudar a que las condiciones de vida de su cuñada mejoren, si no porque esperaba que el dictamen sentara un precedente para otras personas que pasen por situaciones similares y que se analice cada caso según sus particularidades.
El Indot, en primera instancia, les había negado el trasplante por lo que especifica la Ley. El juez, en su dictamen, privilegió los derechos humanos y constitucionales a la salud y a la vida.
En la Unidad Judicial de Tránsito tras la aceptación de la acción de protección. Foto: Ana María Carvajal / EL COMERCIO
Y si bien los médicos explicaron que la vida de Susy por el momento no corre peligro, tomó en consideración el hecho de que someterse a diálisis tres veces por semana afecta considerablemente la calidad de vida de la madre de una niña de 8 años.
Luego de escuchar el dictamen, en la sala 7 del séptimo piso del juzgado de tránsito en donde se realizó la audiencia, los familiares se abrazaron unos a otros. Algunos lloraban, otros se felicitaban y otros se quedaron sin palabras.
Andrés Hinojosa, hermano de Susy, solo tenía palabras de agradecimiento para Daniela. “Es un acto hermoso, algo único que nunca he visto. Es un hecho tan humano de amor y de regalar vida que me parece increíble”.
Para la familia, el dictamen del juez es un resultado de la acogida y difusión que tuvo en redes sociales su campaña #yotengoderechoadonar, impulsada por Daniela.
Ahora, ambas continuarán con los exámenes necesarios para cumplir con todos los requisitos que hacen falta antes de recibir la autorización definitiva para la cirugía.
Los análisis y pruebas se habían suspendido desde que el 8 de abril el Indot les explicara que legalmente era imposible que se realizara el trasplante. Ahora, Susy tiene una esperanza de dejar las diálisis gracias al riñón que su cuñada decidió regalarle, como un gesto de amor.