Las enfermedades cardiovasculares comprenden varias afecciones, entre ellas: infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, valvulopatía, accidente cerebrovascular, trastornos del ritmo cardíaco y enfermedad arterial y venosa periférica. Estas han sido objeto de un estudio comparativo realizado en hombres y mujeres.
En primer lugar, el síntoma más frecuente del infarto de miocardio es el dolor torácico. Este es descrito como una presión o molestia, y que puede irradiarse a la mandíbula, el hombro, el brazo o la parte superior de la espalda. Los síntomas concurrentes más comunes son la falta de aire, el sudor frío, la fatiga inusual, las náuseas y el aturdimiento.
Sin embargo, las mujeres son más propensas a informar de más síntomas, además del dolor.
Insuficiencia cardíaca
Por otro lado, las mujeres con insuficiencia cardíaca son más propensas a la depresión y a la ansiedad y manifiestan una menor calidad de vida en comparación con los hombres que la padecen.
Asimismo, la valvulopatía cardíaca es causa frecuente de insuficiencia en este órgano y comparte el síntoma de la falta de aire. Una de las formas más graves y comunes es la estenosis aórtica, que se produce cuando la válvula aórtica se estrecha y restringe el flujo sanguíneo del corazón.
Las mujeres con estenosis manifiestan con mayor frecuencia que los hombres dificultad para respirar, intolerancia al ejercicio y fragilidad física. Los hombres con valvulopatías son más propensos a manifestar dolor torácico que las mujeres.
Ictus
En cuanto a los síntomas del ictus -popularmente conocido como derrame cerebral-, la Asociación Americana del Ictus recuerda sus principales señales: parálisis facial, debilidad en un brazo y dificultad para hablar. Otros son la confusión, los mareos y pérdida de equilibrio.
Las mujeres que sufren un ictus son más propensas que los hombres a presentar otros síntomas menos conocidos, además de los comunes. Estos incluyen dolor de cabeza, alteración del estado mental, coma o estupor.
Arritmias y demás
Por otro lado, las arritmias suelen describirse como la sensación de un latido anormal del corazón o palpitaciones que pueden ser irregulares.
Otras afecciones son la fatiga, la falta de aire y los mareos, todos ellos compartidos con otras enfermedades cardiovasculares. Las mujeres suelen ser más proclives a expresar más síntomas.
En lo que respecta a la enfermedad arterial periférica, afecta a las arterias de las extremidades inferiores, lo que provoca una reducción del suministro de sangre a las piernas. Se asocia a un mayor riesgo de infarto de miocardio e ictus, y los hombres corren mayor riesgo que las mujeres.
Por último, la enfermedad venosa periférica, también puede ser asintomática o causar dolor en las piernas. Las mujeres son más propensas a manifestar dolor en otros lugares que no sean las pantorrillas.